EUROPA PRESS - BÉLGICA
2 FRANCIA: Barthez, Thuram, Desailly, Blanc, Lizarazu, Vieira, Deschamps, Petit; Zidane, Anelka y Henry.
Cambios: Pires por Petit, Wiltord por Anelka y Trezeguet por Henry.
1 PORTUGAL: Vitor Baia, Abel Xavier, Couto, Jorge Costa, Dimas, Sergio Conceiçao, Vidigal, Costinha, Figo, Rui Costa y Nuno Gomes.
Cambios: Dimas por Rui Jorge, Paulo Bento por Vigidal y Joao Pinto por Rui Costa.
ÀRBITRO: Günter Benko (Austria). Amonestó a Vieira, Desailly, de Francia, y a Vidigal, Figo, Jorge Costa, Dimas, Joao Pinto, de Portugal. Expulsó a Nuno Gomes por roja directa en el minuto 116.
GOLES:
Minuto 19, Nuno Gomes, de fuerte disparo con la zurda, 0-1.
Minuto 51, Henry, tras recibir un pase de Anelka, 1-1.
Minuto 117, Zidane, de penalti, por la escuadra de Baía, 2-1.
Zidane situó a Francia en la final, recordando la épica de la Eurocopa del 84, tras convertir un penalti en el minuto 117 de la prórroga. El Rey Balduino se bañó de un ambiente de fiesta, propio del espectáculo que ambos conjuntos han venido ofreciendo en este campeonato. De salida, la selección francesa sí situó a dos delanteros, aunque protegió a Anelka y Henry con un batallón de luchadores (Petit, Vieira y Deschamps), que además permitirían que Zidane jugase a su antojo. Coelho, por su parte, juntó en el centro del campo a Costinha y Vidigal, para taponar al diez francés.
Francia tenía el balón y, cuándo no poseía la pelota, rápidamente la recuperaba. Portugal, sin embargo, no sabía salir de su campo, perdiendo ese juego de toque y apoyos al que acostumbraron al público en esta Eurocopa. Pero todo lo anterior quedó en evidencia con el espectacular gol del joven Nuno Gomes. El delantero luso recogió un rechace en la frontal del área para, cayéndose, soltar un preciso disparo con la zurda y clavar el balón al lado del poste ante la impasible mirada de Barthez. El infructuoso dominio de Francia se vio eclipsado por la sensacional acción del jugador del Benfica.
El equipo galo obtuvo recompensa a su mayor interés por marcar, pero todo quedo en un espejismo y los minutos fueron pasando sin que llegara el segundo gol. La prórroga trasladó el espectáculo a las gradas y las aficiones alentaban a sus equipos, los cuáles tenían mucho miedo a recibir un gol que les mandase de vuelta a casa. Joao Pinto, tuvo la oportunidad más clara para Portugal en un disparo que se alejó por poco a la izquierda del guardameta francés. Fue entonces cuando surgió Zidane para convertir el gol de oro: un gran lanzamiento de pena máxima que se coló por la escuadra, tras un penalti que cometió Abel Xavier al parar un balón con la mano en la linea de gol.