TOMEU TERRASA. ENVIADO ESPECIAL A SYDNEY
El doblete tendrá que esperar. Los temores de Joan Llaneras "el
mallorquín ya había vaticinado que él y Gálvez serían objeto de un
férreo marcaje por parte de sus principales rivales" quedaron
totalmente confirmados sobre la pista y la pareja española firmó su
actuación en la modalidad americana con un discretísimo
decimotercer puesto. Para colmo, Gálvez se fue al suelo en la
disputa del último esprint y la imagen del catalán sentado en la
pista se convirtió en la mejor síntesis de la decepción que
sintieron los pupilos de Toni Cerdá, actuales campeones del mundo
en la especialidad y firmes candidatos a alcanzar otra medalla de
oro.
La gloria no viajó esta vez a Mallorca sino que se quedó en casa. La pareja australiana formada por Brett Aitken y Scott McGrory fue la justa dominadora de esta dura y compleja prueba donde la victoria pasa por un inteligente y perfecto planteamiento táctico a lo largo de las 240 vueltas al velódromo. Los segundos clasificados fueron los belgas Etienne de Wilde, un veterano de 42 años, y Matthew Gilmore, mientras que el bronce fue a parar a unos viejos conocidos: los italianos Silvio Martinello y Marco Villa. La decepción del tándem español fue doble si se tiene en cuenta que la de ayer era la primera vez que no subían al podio en esta especialidad. Al término de la prueba, Isaac Gálvez admitía que Llaneras y él habían estado muy vigilados. «Intentamos alguna escapada pero ha sido imposible. Pese a todo, no estoy decepcionado porque hemos hecho todo lo que estaba en nuestras manos», indicó.