La asamblea de socios compromisarios del Real Madrid aprobó ayer los números que presentó la junta directiva de Florentino Pérez, entre ellos el endeudamiento neto, que asciende a 46.625 millones, y el presupuesto para la campaña 2000-2001, que se eleva a 33.250 millones de pesetas, el más alto en la historia del fútbol español.
Definir con exactitud la deuda fue el único argumento que dividió a los socios. Para la anterior junta, representada por Lorenzo Sanz y Juan Onieva, presentes ambos en la misma y sentados en la fila número 16 del pabellón de la Ciudad Deportiva, el Real Madrid sólo debe 28.125 millones de pesetas.
En cambio, la junta de Pérez entiende que los 19.241 millones cobrados ya a cuenta por distintos conceptos como adelantos de contratos de Adidas o Sogecable sí deben ser asumidos como endeudamiento.
En la asamblea se produjo una circunstancia curiosa y es que ambas posturas fueron jaleadas. Fue alabada la justificación de Onieva, aplaudido en su intervención, y también la réplica posterior de Florentino Pérez. Este había pedido en su discurso inicial que el Real Madrid debía ofrecer buena imagen y lo cierto es que el tono cordial entre Florentino y Onieva se cumplió en el debate. No fue una asamblea polémica si se compara con las de los últimos años.
Previamente, Florentino había diseñado públicamente las líneas maestras en las que moverá el Madrid del futuro. Un club que, según él, aglutina el apoyo de 70 millones de personas en todo el mundo posee recursos y potencial suficiente para salir adelante. Florentino Pérez pasó sin problemas su primera asamblea como presidente. Modernidad y unidad fueron las palabras más utilizadas en su alocución.