AGENCIAS- Guatemala
La selección española se proclamó ayer, por primera vez en su
historia, campeona del Mundo, tras imponerse en la final de la IV
edición del Mundial FIFA a los defensores del título, los
brasileños, por 4 goles a 3.
El equipo que dirige Javier Lozano tenía en su palmarés la plata mundialista, cosechada en el 96 en Barcelona, donde cayó ante Brasil (6-4), y el bronce en Hong-Kong 92. Por su parte, los jugadores canarinhos se habían impuesto en las tres anteriores ediciones del Mundial.
España alcanzó la cima del fútbol sala tras proclamarse campeona del mundo en Guatemala 2000 al derrotar en una apasionante final al equipo favorito, Brasil, por 4-3, con un histórico gol de Javi Rodríguez y una épica actuación del mítico portero vizcaíno Jesús Clavería. El conjunto que dirige Javier Lozano derrocó a Brasil de los altares con su excelente y humilde trabajo en defensa, excepcional la actuación de Clavería, y con el acierto en los momentos decisivos que en otras citas mundialistas le había faltado.
España y Brasil, la élite del fútbol sala, dejaron claros sus papeles desde el principio. El combinado nacional reforzó su planteamiento: ralentizar el ritmo del encuentro, apoyado en un tempranero gol, de penalti, de Daniel Ibañes, máximo goleador español.
Transcurrido el primer cuarto de la final, la férrea defensa española, la mejor del campeonato con tan sólo cinco goles encajados, mantenía vivas las opciones de victoria pero Brasil merecía el empate por insistencia y atrevimiento. Y este llegó a falta de tres minutos para el descanso. Durante varios instantes, España pareció despegar del letargo ofensivo. Lo justo para destapar el tarro de las esencias mediante una diagonal, trazada con tiralíneas, por Javi Rodríguez que transformó en el segundo gol Javi Sánchez tras un remate acrobático.
Pero la verdad del fútbol: el talento, se hizo en las botas de Manoel Tobías, posiblemente el mejor jugador del mundo, para lograr la igualada en una sensacional volea (min.30) ante la que Jesús quedó perplejo.