El equipo español logró su sueño y después de 101 años de historia en esta competición logró tocar la Copa Davis, algo sólo reservado a los ganadores, tras recibir la Ensaladera de manos del rey Juan Carlos en el Palacio Sant Jordi de Barcelona.
Después de la victoria de Juan Carlos Ferrero sobre Lleyton Hewitt por 6-2, 7-6 (7-5), 4-6 y 6-4 en tres horas y 36 minutos, con el público expectante ante el gran momento, el Rey entregó el preciado trofeo al capitán Javier Duarte que lo recogió en nombre de todos los componentes del conjunto español.
Antes, todos los miembros de los dos equipos recibieron las medallas y las réplicas de los trofeos. En el pabellón se escuchaban los gritos de «campeones, campeones», «España, España» y «sí, sí, la Copa ya está aquí» entre el alboroto general.
«Vinimos aquí para defender el título que conseguimos el pasado año pero el equipo español ha sido demasiado bueno», comentó John Newcombe, «pero deben prepararse muy bien para la próxima ocasión pues les esperaremos en hierba», añadió el capitán, que en nombre de todos sus compañeros felicitó a los «fanàtics», los increíbles aficionados australianos que sólo acallaron sus voces cuando comprendieron que España había ganado por fin la Copa Davis.
Lleyton Hewitt fue izado a hombros por sus compañeros y el cuerpo técnico «aussie» y conducido hasta la esquina donde sus seguidores le aclamaron como si hubiera ganado el partido.
«Es un momento muy bonito pero quiero recordar que si no hubiese sido por los reglamentos y otras cosas estoy seguro de que Manolo Orantes, Manolo Santana, Luis Arilla y Juan Gisbert también lo hubieran conseguido», dijo Duarte, quien agradeció el apoyo del público de Murcia, Málaga y Santander, sedes de las anteriores eliminatorias. Duarte además prometió que el equipo visitaría otras regiones españolas.