La estrella argentina que milita en el Villarreal, Martín El loco Palermo, ha pasado el fin de semana en las Pitiüses con dos de sus compañeros en el equipo castellonense, Schelotto y Arruabarrena. Ha sido la primera vez que visita las islas y su primera impresión ha sido bastante grata. El sábado pasó el día en Formentera y la jornada dominical se quedó en Eivissa. Su objetivo, disfrutar de la playa y desconectar antes de afrontar las dos últimas jornadas de Liga, que pueden conducir a su equipo a la copa de la UEFA.
Lo que más le ha costado a Palermo en España ha sido la adaptación. «Me encontré con el problema de no ofrecer en un principio lo que la gente esperaba. Recibí la presión de la prensa, en el fútbol es necesario un período de adaptación, más cuando llegas con la competición empezada». A pesar de que con el paso del tiempo lo ha ido superando, Palermo no puede olvidarse de su país y de la afición que le mimó, la de Boca: «Mi llegada a España fue muy linda, y quiero comenzar a sentirme como si llevara mucho tiempo aquí. Extraño un poco a Boca no hay nada igual en el mundo. Allí el fútbol es un espectáculo, la gente no va al fútbol para sentarse. En España son pocos los grupos que cantan. Un equipo tiene que sentir cuando es el visitante. Cuando uno vaya a jugar al Madrigal tiene que sentirse visitante, y eso se consigue con el apoyo del público».
A pesar de su 'morriña argentina', Palermo quiere triunfar con su actual equipo. «Me quedan cuatro años de contrato y seguiré en el Villarreal, para apoyar el proyecto de la directiva de convertirlo en un club grande. No es que no existan las ofertas ni que vayan a existir, lo que yo deseo es poder disfrutar de un campeonato entero, no como este, y comenzar a adaptarme desde la pretemporada.