JOSÉ LUIS SOROLLA (EFE)
1 ZARAGOZA: Laínez; Pablo, Aguado, Paco, Esquerdinha; Juanele, José Ignacio, Acuña, Martín Vellisca, Jamelli y Yordi.
Cambios: Galletti por Vellisca y Cuartero por Pablo.
1 REAL MADRID: César; Míchel Salgado, Hierro, Karanka, Roberto Carlos, Figo, Makelele, Conceicao, Solari, Zidane y Raúl.
Cambios: Mcmanaman por Solari; Morientes por Zidane y Celades por Figo.
ARBITRO: López Nieto del colegio Andalúz. No mostró cartulina alguna.
GOLES:
Minuto 54, Conceicao, 0-1.
Minuto 79, Yordi, 1-1.
El Real Zaragoza y el Real Madrid dejaron todo pendiente para resolver esta edición de la Supercopa en el estadio Santiago Bernabeu, tras empatar a un tanto en el primer partido, un resultado que hizo justicia a los méritos de los dos equipos. El excesivo conservadurismo de los dos conjuntos puso de manifiesto en los primeros noventa minutos de competición oficial de la temporada 2001-2002 que a ambos todavía les falta algunos partidos de rodaje para alcanzar su mejor nivel competitivo.
En la primera mitad, el conjunto que esta temporada vuelve a dirigir Chechu Rojo supo presionar en la zona central del campo para cortar la llegada de balones al temido tridente madridista, Figo, Zidane y Raúl, que además consiguieron escaparse en muy pocas ocasiones de sus marcadores. Los hombres de Vicente del Bosque se mostraron con poca claridad de ideas y con numerosos problemas para hacer circular el balón con rapidez para sorprender a los locales.
Ambos equipos optaron por marcar un ritmo de juego excesivamente pausado, lo que les impedía desbordar con claridad a las defensas rivales, aunque Roberto Carlos en el primer balón que recibió al borde del área intentó sorprender a Laínez con un disparo muy ajustado. Al equipo aragonés le costó llegar hasta la portería de César y hasta los diez minutos no lo logró con un disparo cruzado de José Ignacio sin peligro. El partido se movía en un tono anodino en el que ninguno de los dos equipos parecían querer hacer daño a su rival, que iban dejando pasar los minutos, hasta que a los 20 minutos nuevamente Roberto Carlos obligó al portero local a emplearse a fondo para desviar su disparo a córner.
La oportunidad más clara para los madridistas llegó, superada la media hora de juego, en una falta al borde del área sobre Figo cuando se iba solo y que lanzó rasa Roberto Carlos sin conseguir sorprender a Laínez. Los zaragocistas apretaron el acelerador en la recta final de esta primera mitad y Roberto Acuña a punto estuvo de sorprender a la defensa del Real Madrid en una jugada individual con un potente disparo desde dentro del área. El descanso apenas sirvió para cambiar las cosas en uno y otro equipo.