José Santiago Cañizares, guardameta de la selección española que ha causado baja para el Mundial 2002 debido a un accidente doméstico en el transcurso de la concentración en Montecastillo, aseguró ayer que aún es «joven, entre comillas» y que no pierde «la ilusión de algún día tener protagonismo en un Mundial». Cañizares compareció en conferencia de prensa a primeras horas de esta tarde, después de haber sido intervenido anoche en el Hospital General de Jerez de un profundo corte que seccionó el tendón extensor del dedo gordo del pié derecho.
El portero valencianista, que ha pasado buena noche desde que llegó a las 03.00 de la madrugada después de estar en el Hospital, explicó que tras la ducha se iba a perfumar, pero que se le cayó el frasco de colonia, puso el pie para impedir que chocase con el suelo y tuvo la mala suerte de que se le produjo un corte, «de tan solo un centímetro», justo en el tendón, porque de haber sido en otra parte no hubiera tenido problemas. «En seguida me di cuenta de que se me había seccionado el tendón», reconoció Cañizares, quien explicó que en estos momentos se encontraba «bien físicamente» aunque, lógicamente, afectado anímicamente, lo que cree que le durará entre tres días y una semana.
El portero internacional español, que permanecerá en Montecastillo hasta el lunes por precaución tras la operación y para estar con sus compañeros, comentó que «para un jugador estar en un Mundial es algo muy importante muy bonito» y que en sus dos anteriores presencias en fases finales, aunque los resultados no fueron importantes, tenía grandes experiencias. Lo que más le duele a Cañizares, más que el propio corte, es que por lo que ha visto en estos tres días que lleva concentrada España en Montecastillo tiene una «impresión muy positiva» y una «sensación de que España va a ser protagonista en este Mundial».