S. M. C.-Redacción
La posible renuncia del Caja Rural Canarias a jugar la máxima
categoría continental, la Euroliga, por cuestiones económicas pone
de relieve las dificultades que existen para mantener con vida la
profesionalización del baloncesto femenino. Un problema que no sólo
afecta al club canario, pues también equipos como el CB Puig d'en
Valls que sufren por la falta de un patrocinador fuerte. La
limitación a las ayudas económicas de las instituciones públicas,
no debe superar un porcentaje concreto del presupuesto de la
entidad, y el escaso interés que despierta en el sector privado
tanto local, como insular y nacional, la promoción a través del
baloncesto femenino son dos de los factores que juegan en contra de
entidades deportivas como el PDV. Más coyuntural es el cambio
político y la transición post electoral que no sólo afecta a Illes
Balears, sino también a otras comunidades autónomas.
La Fundación Illesport garantiza una aportación del sector privado, a la vez que canaliza una línea de ayudas pública por la que el club se compromete a llevar la imagen del citado organismo pero a la vista está que es insuficiente. En Eivissa, sólo entidades como la CAM han participado en el proyecto ibicenco pero con cuantías no muy altas (18.000 euros). El escaso reclamo comercial del baloncesto femenino profesional es algo que toca de cerca en Eivissa ya que el PDV se encuentra actualmente en el paso previo a la coyuntura que ha afrontado el club canario. Hoy afronta una asamblea de socios, a las 21,000 horas, ordinaria pero es posible que el club se plantee tener una reunión urgente entre hoy y mañana para tomar una decisión con la asunción de la plaza en la FIBA Cup como tema importante, así como las gestiones de fichajes paralizadas desde el pasado lunes.
El presupuesto estimado para la temporada 2003-04, según ha informado la comisión económica, superó los 450.000 euros (73 millones de pesetas), de los que más de 180.000 serían para la plantilla. En caso de fichar las jugadoras interiores y la alero que se buscan, con fichas comunitarias y extranjeras, pasaría de 180.000 euros (30 millones de pesetas) a cerca de 300.500 euros (50 millones), según las cifras que se barajan en el mercado actual de fichajes. El incremento mínimo podría ser de unos 120.000 euros. Sin embargo, estas cifras son aproximadas pues el PDV no ha dado cifras concretas. La falta de concreción de las instituciones, inmersas en un cambio de color político tras las recientes elecciones a la comunidad autónoma, ha empujado al PDV a una situación extrema ya que el mercado de fichajes cada vez está más constreñido.