Carlos de Torres|GRANADA
El colombiano Félix Cárdenas, del Labarca-2, conquistó ayer la cima
de Sierra Nevada, techo de la Vuelta con 2.510 metros de altitud,
al imponerse en la decimosexta etapa, en la que Nozal mantuvo el
liderato y se apretó la lucha por el segundo puesto de la general
con Heras a solo seis segundos de Igor González.
Cárdenas obtuvo el premio a la tenacidad demostrada en toda la Vuelta. Había sido dos veces segundo, una tercero y siempre protagonista en las etapas de montaña. Solo le faltaba lo más alto del podio y por fin lo consiguió en la cima de Sierra Nevada tras cubrir 162 kilómetros en 4 horas 09 minutos y 35 segundos.
El líder del Labarca-2, equipo que se hizo con sus servicios poco antes de comenzar la Vuelta, alcanzó al español Juan Miguel Mercado a menos de un kilómetro de la línea de meta, después de abandonar la compañía de los Kelme Oscar Sevilla y Alejandro Valverde y entró en solitario tras una gran remontada ante la desesperación del primero y la sorpresa de dos compañeros de equipo que no pudieron ante un solo rival.
En esta ocasión Cárdenas, de 30 años y ya rey de la montaña, tenía claro lo que debía hacer: «aguantar la rueda de Sevilla, que era la buena» y atacar a falta de dos kilómetros.
Cuando se decidió tenía a Mercado a 20 segundos y las fuerzas casi intactas. Le pasó al granadino como un ciclón y evitó que el corredor del Ibanesto.com diera una alegría a sus paisanos y se tuvo que conformar con la segunda plaza a 5 segundos. El colombiano, ganador de una etapa en el Tour, se anotó la segunda en la Vuelta.
Sevilla y Valverde, protagonistas en toda la subida, entraron a 18 segundos y Roberto Heras, que pasó la meta a 1.02 del ganador, le arañó 53 segundos a Nozal e Igor González, por lo que se situó tercero en la general a 6 segundos del compañero y ex jefe de filas del maillot oro, quien sigue contando con más de 3 minutos para la recta final de la Vuelta. Valverde desplazó de la cuarta plaza a Beltrán.
La jornada se redujo en su historia a los 30 kilómetros de ascenso a Sierra Nevada, cuando empezó a ventilarse el triunfo de etapa. Antes estuvo clara la nula disposición del pelotón a plantear el menor asomo de batalla. El ambiente sobre la autovía camino de Granada recordó más al último día de carrera de homenaje al vencedor que a una jornada con final en el techo de la Vuelta.
Después de múltiples intentos infructuosos el pelotón permitió la aventura a Toni Tauler y Pedro Díaz Lobato, supervivientes de una escapada anterior de 15 hombres. Ambos abrieron una ventaja de hasta 8 minutos merced a la desidia de los perseguidores, pero ya fatigados fueron cazados a 10 de la meta.