Carlos de Torres|CORDOBA
El británico David Millar, del equipo Cofidis, se adjudicó la
decimoséptima etapa de la Vuelta disputada entre Granada y Córdoba
después de un despliegue de clase que le permitió afrontar en
solitario los últimos 15 kilómetros y resistir el empuje de un
grupo de cuatro perseguidores, mientras que el líder Isidro Nozal,
arrancó con tranquilidad otra hoja del calendario. Millar, un
consumado especialista en la contrarreloj -segundo en las de
Zaragoza y Albacete-, tenía marcada esta etapa para apuntarla en su
palmarés, pero según explicó, tuvo dudas sobre dónde atacar. Lo
hizo en pleno ascenso al Alto de San Jerónimo, a unos 15 kilómetros
de meta y acertó.
El ciclista escocés, de 26 años, coronó en cabeza y se lanzó como un cohete hacia la meta cordobesa, sin dar la más mínima opción a los otros cuatro componentes de la escapada buena del día desde los primeros metros del único puerto de la jornada. Fue aumentando su ventaja para presentarse vencedor con un tiempo de 3 horas 58 minutos y 02 segundos, con 36 segundos de ventaja sobre Alberto Martínez, Sevilla, Rasmussen y Unai Osa. El pelotón se presentó en un puñado de segundos con Zabel al frente. Un día más a una velocidad muy alta: 47.489 kilómetros por hora.
La general no registró cambio alguno con el líder más cerca de alcanzar su sueño en Madrid. Los favoritos pasaron otra página en espera de las etapas en la sierra madrileña y sobre todo de la cronoescalada de Abantos. Nozal, Igor González y Roberto Heras siguieron ocupando por este orden los puestos del podio. La etapa ofreció mucho calor y ritmo elevado desde el banderazo de salida, con constantes intentos de fuga. El primero que cristalizó incluyó a 19 corredores con una buena nómina de rodadores, lo que hizo pensar en que la aventura podía prosperar. Allí viajaban, entre otros, Chente García, Toni Tauler, Aitor Osa, José Enrique Gutiérrez, Díaz Lobato y Oscar Laguna.