Era Domingo de Carnaval y la S.D. Eivissa quiso sumarse a la fiesta con media docena de goles, que pudieron ser más debido a las facilidades que dio un flojo, muy flojo Manacor. El conjunto que dirige Curro Gómez empieza a demostrar que esta categoría se le queda pequeña. Los bermellones suman ya ocho jornadas sin conocer la derrota y se acercan un poco más a la primera posición del grupo. Tanto, que muchos en Can Misses todavía recuerdan el penalti marrado por Julián Marcos en el derbi ante la Peña Deportiva. «Con ese gol, ahora seríamos líderes», es el lamento general.
El partido no pudo empezar mejor para el Eivissa. Como es habitual en las últimas jornadas, el equipo saltó al terreno de juego al compás de la música de La Guerra de las Galaxias y parece que, efectivamente, la fuerza les acompaña. Cuando apenas habían transcurrido dos minutos de partido, una gran jugada por la banda derecha de Anselmo fue rematada por Víctor por dos veces tras rechazar el meta manacorí el primer disparo. Las cosas se ponían bien, y más viendo que la defensa del Manacor era de esas con la que todo delantero sueña. Jorge y Anselmo pudieron hartarse de goles, pero fallaron más de la cuenta.
El Manacor no hacía nada por cambiar el rumbo del partido. Prácticamente no disparó a puerta con intención en los noventa minutos de juego. Eso hizo que el Eivissa se fuese cada vez con más descaro hacia la meta rival. Que fueran cayendo los goles era sólo cuestión de tiempo. En el minuto 33, Jorge, que esta vez sí se adelantó a la zaga visitante sin caer en el fuera de juego, se fue por velocidad y batió a Gaspar por alto para poner el 2-0 en el marcador.