Agencias|PARIS
Carlos Moyà cumplió con los pronósticos y se apuntó el duelo
español ante Tommy Robredo, por 7-6, 6-4 y 6-2 en dos horas y 18
minutos, con lo que accedió a los cuartos de final, donde ya le
espera el argentino Guillermo Coria. El duelo entre el mallorquín y
catalán fue igualado y que se definió por pequeños detalles y es
que aunque Moyà se mostró en exceso errático durante algunas fases
del encuentro aprovechó su experiencia y galones para apuntarse el
partido. Robredo continúa sin encontrar fisuras en el tenis del
balear, ante el que no ha conseguido ni un solo set en sus cuatro
enfrentamientos. Aunque ayer estuvo cerca de conseguirlo y eso pudo
haber cambiado la historia del partido. El campeón del Godó
demostró durante la primera manga todo su potencial y que está
llamado a conducirle a cotas superiores. No se amilanó Robredo de
la inmaculada puesta a punto de Moyà. El mallorquín logró tres
juegos consecutivos. Sin embargo, Robredo reaccionó con casta,
igualó primero y tomó ventaja después para contar con 5-4 y
servicio. Ese fue el instante en el que se constató que al de
Hostalric aún le falta experiencia en las grandes citas. Moyà tiró
de galones y no concedió ni una sola oportunidad de set a su rival.
Rompió el saque y forzó el desempate, que también cayó de su lado.
El mallorquín fue consciente en ese instante que había dado paso y
medio hacia los cuartos de final, una ronda que tan sólo ha
disputado en tres ocasiones en París.
El balear consiguió fortalecer su servicio. Sabedor de que su victoria pasaba por esta. Ya no concedió ninguna oportunidad de break y esperó las oportunidades que le dejara el tenis de Robredo. Llegó una en el segundo set y fue definitiva para la resolución de la manga. En el tercero, con un Robredo que ya no creía en sus opciones, todo fue más fácil para Moyà, que incluso aceleró su victoria en el tramo final del partido ante la amenaza de una posible suspensión hasta mañana. Coria será ahora su rival en cuartos de final en lo que puede ser una final anticipada del torneo francés ya que tanto argentino como mallorquín han sido los dos mejores sobre la tierra batida en la presente temporada.
El belga Xavier Malisse doblegó al español Albert Costa, campeón en el 2002, por 6-4, 2-6, 4-6, 7-6 (4) y 8-6, y se clasificó para los octavos de final de Roland Garros. El encuentro había quedado suspendido el sábado por falta de luz, con empate 5-5 en el cuarto set, después de que Costa desperdiciase dos bolas de partido con 5-4 y saque de su rival. En la reanudación de ayer, Malisse jugó mucho mejor en el desempate de la cuarta manga y forzó una quinta, en la que la desesperación del campeón del 2002 se plasmó en su juego. Costa se adelantó en este set, con 2-0, e incluso después con 4-2, pero jugó demasiado defensivo, propiciando que Malisse se adueñara de la pista y colocara sus golpes al fondo. No obstante, el ilerdense sacó para ganar el partido con 5-4 pero perdió su servicio, ganando un solo punto. La desesperación de su mal tenis quedó plasmada en el marcador, pues hubo una racha en la que Albert sólo ganó tres puntos del 5-4 a su favor al 6-5 de Malisse, y ratificada cuando en una acción poco común del ilerdense, éste destrozó su raqueta al golpearla con rabia dos veces contra el suelo, lanzándola luego con un gesto de indiferencia.