Efe|ROMA
Marcello Lippi será el nuevo seleccionador italiano de fútbol, en
sustitución de Giovanni Trapattoni, quien seguirá teóricamente en
el cargo hasta el próximo 15 de julio, cuando termina su contrato,
según decisión adoptada por el consejo directivo de la Federación
Italiana (FIGC). En la reunión, el presidente de la FIGC, Franco
Carraro, presentó su dimisión del cargo, lo que fue rechazado de
«forma unánime» por el consejo directivo y, por ello, retirada a
continuación la dimisión por parte del máximo dirigente. «Creo
tener yo la responsabilidad principal de los dos fracasos, el del
Mundial'2002 y de la Eurocopa'2004. He sido yo quien ha deseado la
continuidad de Trapattoni tras el mundial y la derrota contra País
de Gales en la clasificación para el europeo. Por ello, presenté mi
dimisión», ha indicado Carraro para justificar su decisión.
Pero, sin duda, la decisión más importante tratada en el consejo directivo ha sido el nombramiento de Lippi como nuevo seleccionador en sustitución de Trapattoni. A Trapattoni, no obstante, no se le ha destituido de su cargo, sino que se aprovechará la cercana conclusión de su contrato como seleccionador, el próximo 15 de julio, para darle las gracias, no renovarle y relevarle. Así, Lippi será teóricamente seleccionador a partir del 16 de julio, aunque hasta esa fecha se le puede considerar como tal a todos los efectos. Se acaba, pues, la etapa como seleccionador italiano de un «Viejo Zorro» de los banquillos, de un Trapattoni que ha ganado todo como entrenador de clubes, pero que con el equipo nacional transalpino, bien se puede decir, ha fracasado.
Atrás quedan cuatro años en el cargo, al que llegó en octubre de 2000. Desde entonces, bajo el mando de Trapattoni, la selección absoluta ha jugado 44 encuentros, con 25 triunfos, 12 empates y 7 derrotas. Unos números, como tal, buenos si no se tiene en cuenta lo acontecido en las dos grandes citas: Mundial'2002 y Eurocopa'2004. Y se inicia la «era Lippi», nacido en Viareggio el 11 de abril de 1948, y que rescindió de mutuo acuerdo el pasado mayo el contrato que le ligaba con el Juventus Turín, en el deseo de tomar «un año sabático», pero también con la mente puesta de dirigir «algún día» a la selección italiana.