José Antonio Diego|ATENAS
La jamaicana Verónica Campbell, de 22 años, y la estadounidense
Allyson Félix, de 18, convirtieron la final olímpica de 200 metros
en un juego de niñas que acabó para la primera en 22.05 segundos,
su mejor marca, y para la segunda en 22.18, nuevo récord mundial
júnior. La bahamesa Debbie Ferguson, la más vieja de las ocho
finalistas, con 28 años, subió al podio con sus jóvenes rivales al
clasificarse tercera con un registro de 22.30. Campbell, que ya
había ganado la medalla de bronce en la final de 100 metros, volvió
a la pista para colgarse la de oro en el esprint sostenido,
batiendo en los últimos metros a la jovencísima campeona
estadounidense, que no pudo sostener el pulso con la jamaicana
hasta la meta.
Apartada de la competición al aire libre en 2003 por culpa de una lesión, Campbell, hija de un velocista, regresó ayer a un podio olímpico cuatro años después de lograr en Sydney una medalla de plata con el relevo jamaicano 4x100. Allyson Félix, «patas de pollo», como le llamaban sus compañeros en la escuela por sus largas piernas, consiguió, al fin, el récord mundial júnior que le negó la Federación Internacional a su marca de 22.19 que obtuvo el 3 de mayo de 2003 en México por no haber pasado control de dopaje.
El viejo récord de la rusa Natalya Bolchina (22.19), que data de hace 24 años, cayó, finalmente, en manos de la nueva sensación del esprint. En la final de 400 metros vallas, la griega Fani Halkia, antigua saltadora de altura, provocó el delirio en el abarrotado estadio Olímpico de Atenas con su victoria en 52.82 segundos por delante de la rumana Ionela Tirlea y de la ucraniana Tatyana Tereshchuk. Grecia conseguía, de esta forma, su segunda medalla de oro en atletismo, dos días después de que Athanasia Tsoumeleka ganara, contra todos los pronósticos, el título olímpico de 20 kilómetros marcha venciendo a la favorita, la rusa Olimpiada Ivanova.