El delantero del Eivissa Jorge Oliver sufrió el pasado domingo un fuerte golpe en las costillas que le obligó a dejar el partido tras una acción que el mismo relató así: «fue un pase de Rubén a la espalda, me giro, hago la vaselina y me encuentro al portero encima». El jugador del equipo pitiuso manifestó sentirse más dolorido que el domingo, ya que «se me ha inflamado el costado. Igual hay fisura, pero no lo sabemos todavía. Ahora tengo que estar tres días sin moverme y el miércoles tendré que hacerme radiografías y una resonancia a ver si sale algo más», explicó.
El meta del Constància Lasa llamó a Jorge nada más finalizar el partido y ayer también le telefoneó un par de veces. «Le conozco y es amiguete; se ha portado como un caballero. Aparte, le fastidió mucho porque antes del partido estuvimos hablando», resaltó el ariete del Eivissa, que añadió que además, «me han llamado todos los compañeros interesándose por mí». Todavía no se sabe el alcance exacto de la lesión, pero el futbolista del cuadro ibicenco dice que como mínimo estará dos semanas de baja. «Hasta que no esté bien, no voy a jugar. No quiero arriesgar», dice.
Jorge quiso agradecer la ayuda de Rubén Castro, que se puso debajo de él para que pudiera respirar mejor, ya que se quedó unos 10 segundos sin habla y sin respiración. «Si no es por Rubén, no sé qué hubiera pasado. Me quedé sin respiración y con los ojos en blanco. Según me dijeron me podía haber tragado la lengua. Fueron unos 10 segundos que no se los deseo a nadie», argumentó. El delantero ya sabe cómo quedó el partido y qué sucedió en el minuto 91 en el que llegó el segundo tanto del Constància. Al respecto comenta que «me han dicho que fue un error de la defensa, pero que puede pasar en el minuto 91 o en el 1. Un bache lo tiene cualquiera», sentenció.