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Balonmano/ Primera División

El HC Eivissa sigue sin poder sumar el punto de la salvación

El equipo perdió claramente ante La Roca, que le pasa en la clasificación

BM LA ROCA 32
HC EIVISSA 23

BM LA ROCA: Xesco; Oliveras (4), Xavi Mora (5), Roger (3), Marc Mora (5), Martí (1), Guillem (4) -equipo inicial- Tanmbién jugaron Bufi (2), Cristian, Pablo (5), Atarim (2), Jiménez (1) y Pujol.

HC EIVISSA: López; Rodríguez (2), Curro Pérez (1), Dzokic (5), Miguel López (3), Hugo Suárez (4), Noel Cardona (6) -equipo incial- También jugaron Jorge Chaler, Carlos Cepedal (1), Bufí (1) y Àlvaro.

Parciales: 5-1 (5'); 8-2 (10'); 13-3 (15'); 14-5 (20'); 15-7 (25'); 18-9 (30'); 21-10 (35'); 23-12 (40'); 25-14 (45'); 27-19 (50'); 29-21 (55') y 32-23 (60').

Àrbitros: Jordi Leiva y Eduard Moreno (Colegio catalán). Exclusiones a Xavi Mora (1), Cristian (1), Marc Mora (1), Martín (1), Atarin (2), Jiménez (2); Pérez (1), Dzokic (1) y Jorge (1).

Incidencias: Municipal. Unos 130 espectadores.

Àrea 11

El HC Eivissa cayó claramente derrotado en su vista matinal de ayer al BM La Roca. Los hombres de Goran Dzokic, que aventajaban en dos puntos a los catalanes, no fueron rival para un conjunto que salió muy concentrado, sabedor de la trascendencia del encuentro, y que, al cuarto de hora, ya había conseguido una distancia de diez goles en el marcador. Y es que, desde el saque inicial, se vio que los locales querían escapar cuanto antes de la sombra del abismo. Así fue como se aliaron los hermanos Mora y los hombres de Quique Gallego fueron abriendo un agujero de puntos más y más grande a medida que iban pasando los minutos. Tanto fue así que los cuatro puntos a los cinco minutos, se convirtieron en 6 a los diez y diez al cuarto de hora. Una ventaja insalvable que hizo que el partido avanzara con una tranquilidad pasmosa para los locales.

En la segunda parte, los locales consiguió una máxima distancia de 15 tantos (25-14), aunque el conjunto ibicenco reaccionó tímidamente y maquilló un resultado malo que, sin embargo, no debe poner en duda la permanencia. El equipo está a siete puntos del descenso a falta de cuatro partidos y, con un punto, estára matemáticamente salvado. Goran Dzokic no ocultó su decepción por la derrota, que supone la cuarta consecutiva del conjunto ibicenco, y reconoció que la clave del partido estuvo en los primeros minutos: «Hemos saltado al pabellón muy fríos y, después, nos ha costado mucho sobreponernos. Si antes del cuarto de hora ya se te ponen 12 a 2, es muy difícil, después, recuperarse». El técnico quiso justificar los problemas del equipo fuera de casa explicando que «mis jugadores se levantan a las cinco de la mañana para estar a las siete en Barcelona y eso les pasa factura. Además, si en el conjunto rival hay todo un campéon olímpico, como Atarim, la cosa ya es imposible. Sin embargo, estamos a siete puntos del descenso y sólo necesitamos sumar un punto, algo que hay que hacer este sábado ante el Sant Quirze».

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