El Gasifred desperdició el pasado sábado su primera oportunidad de convertirse en equipo de División de Plata. El conjunto ibicenco perdió, contra todo pronóstico, ante el antepenúltimo clasificado, el Alella Marfil (6-5), aunque todavía tiene dos partidos para proclamarse campeón. «Perder el sábado en Alella fue decepcionante, aunque son cosas que pasan en el deporte. Nuestra intención era asegurarnos el ascenso el sábado, pero no ha podido ser y tenemos que pensar en el encuentro del próximo sábado 7 de mayo ante el Escola Pia», asegura Alejandro Àlvarez, Jandro, entrenador del Gasifred.
El técnico no cree que el equipo perdiera el sábado por un exceso de confianza. «No creo que fuera por ese motivo. Es verdad que, después del 17-1 de la primera vuelta, todo el mundo pensaba en la victoria, pero sabíamos que este partido iba a ser diferente. Ellos se jugaban una de sus últimas opciones de permanencia y salieron a cara de perro, mientras que nosotros no jugamos con la misma intensidad de siempre. En el último minuto, además, no supimos leer el partido. Estábamos ganando 4-5 y la posesión del balón tenía que ser nuestra. Sin embargo, nos fuimos al ataque y ellos nos hicieron dos goles más, el 5-5 por una equivocación del árbitro y el 6-5 a falta de pocos segundos», añade Jandro.
El entrenador se consuela ahora con el mal menor y es que «es mucho mejor celebrar el ascenso ante nuestra afición» y pide algo de serenidad: «Hay que tener confianza en el equipo, que lleva una trayectoria inmejorable. Esto ha sido un pequeño toque de atención, pero nada más. Lo que está claro es que ni el Gràcia se esperaba que fuéramos a pinchar». El próximo sábado, ante el Escola Pia, tiene que ser diferente. «Saldremos a por todas, como es habitual en casa. El Escola Pia es un equipo muy irregular, al que en la primera vuelta ganamos con facilidad por 1-7 y que esta jornada, por ejemplo, ha perdido ante el Corbera por 1-11. Si jugamos como debemos, no debemos tener problemas para ganar», reconoce Jandro.
Aunque el técnico suele ser muy exigente con el equipo, señala que, tras el encuentro, «no hubo bronca en el vestuario, aunque sí algunos comentarios sobre los fallos cometidos. Los jugadores también tienen derecho a fallar». La plantilla volvió ayer al trabajo y preparará a conciencia el que, esta vez sí, puede ser el choque del ascenso.