Felipe Recuero|MADRID
El ciclista belga Tom Boonen puso fin al reinado español en el
podio de los campeonatos del mundo de fondo en carretera, prueba
elite hombres, al imponerse en un esprint de fuerza al español
Alejandro Valverde (Illes Balears) y al francés Anthony Geslin
revelación del mundial.
Boonen recupera para su país los laureles de los mundiales, pues desde 1996, en la ciudad suiza de Lugano, ningún belga subía a lo mas alto del podio de los campeonatos. En aquella ocasión lo hizo Johan Museeuw.
Los españoles defendían el título de los dos últimos años con Igor Astarloa (Hamilton'03 donde Valverde fue plata) y el pasado año con Oscar Freire (Verona'04) y gran ausenten en los campeonatos debido a una lesión que arrastra desde principio de temporada. Boonen invirtió en los 273 kilómetros, 13 vueltas a un circuito de 21 kilómetros, 6 horas, 26 minutos y 10 segundos, mismo tiempo que sus acompañantes en el podio Valverde y Geslin los grandes triunfadores del mundial, pues en el momento clave dieron de rueda a ilustres como el italiano Paolo Bettini, muy activo en la parte final, pero que pago cara su osadía al igual que el kazako Alexander Vinokourov.
La carrera comenzó como suele ser habitual en una gran clásica. Muchos ataques desde el principio; corredores desconocidos que aprovecharon la oportunidad para acaparar el protagonismo y en esta ocasión se lo llevaron el búlgaro Krasimir Vasilev y el kazako Dmitry Muravyev.
Vasilev fue el que rompió la carrera y Muravyev el aventurero del día. Estuvo escapado de la vuelta tres a la décima. Cerca de 150 kilómetros y durante mucho tiempo tuvo como compañeros de aventura a los Vasilev, al estadounidense Saul Raisin y al colombino Juan Carlos López Martin.
Llegaron a tener hasta más de diez minutos de ventaja, pero cuando llego la hora de la verdad, a mitad de las trece vueltas que tenían que dar, debido al trabajo principalmente de los españoles, las ilusiones de Muravyev y compañía llegan a su fin falta de unos sesenta kilómetros para el final.
En la parte final, a falta de tres vueltas, los equipos fuertes comenzaron a descubrir sus cartas. La primera en hacerlo fue la selección española con Oscar Peireiro. Un latigazo que rompió el pelotón principal, pues en cabeza quedaban diez corredores, entre ellos los también españoles.
Como suele ser habitual fue en la vueltas finales, en este caso en las dos últimas, cuando la carrera entraba en su fase decisiva. Fueron los españoles, por aquello de estar en casa y defender el título, los primeros en descubrir sus cartas con un ataque de Óscar Pereiro que corto el pelotón dejando a diez corredores al frente entre ellos a Martín Perdiguero y Valverde.