Coteyma Maristas: Carlos Sánchez, López (2), Farreres (3), Román (6), Basmadish (2), Antonio Sánchez (5), Borja Fernández (0)- equipo inicial -. También jugaron Dávila (9), Losada (0), Sebastián (5), Bobed (0), Navalpotro (0), Esteban (1).
CIFEC HC Eivissa: Mateo Navarro, José Ferrer (2), Santiago Maillo (12), Francisco Rubio (1), Hugo Suárez (6), Diego Polanco (1), Vicente Bufi (0) -equipo inicial- También jugaron Àlvaro García (ps), José Rodríguez (5), Vicente Patricio (0), Miguel López (0), Carlos Roic (0), López (3)
Parciales: 0-2 (5'); 4-5 (10'); 7-8 (15'); 12-11 (20'); 15-13 (25'); 15-16 (30'); 18-18 (35'); 19-18 (40'); 24-23 (45'); 26-26 (50'); 29-27 (55'); 33-30 (60');
Àrbitros: Bolado Gómez y Koulel (Colegio aragonés). Exclusiones a Borja Fernández, Polanco, Rodríguez, Suárez (2), Navlpotro, Maillo, Ferrer (2), Dávila, Polanco (3, 56 ), Patricio y Losada.
Incidencias: Pabellón de Maristas. Unos 150 espectadores.
Àrea 11
Escandaloso arbitraje el sufrido por el Eivissa en Zaragoza, ya que
fue machacado con exclusiones, la mayoría de ellas surrealistas. A
pesar de ello, el Eivissa nunca se entregó y encajó con gran
deportividad una derrota injusta ante un rival muy necesitado de
cara a salvar la categoría. Tras una primera mitad bastante buena,
en la que el equipo ibicenco casi siempre fue por delante, las
decisiones aribtrales de los quince últimos minutos de partido
sentenciaron al conjunto de Fernando Pastor, que tenía el partido
ganado pero que vio como un extraño arbitraje se lo llevaba.
En un ambiente de mucha presión, el CIFEC HC Eivissa visitaba la pista del Coteyma Maristas. Los locales, muy necesitados de puntos, reclamaron el apoyo de su afición y esta se dejó notar desde el primer minuto de juego. Los locales sólo tuvieron opciones de ganar cuando se llegó al 26-26. Entonces llegó el escándalo arbitral. Hasta tres exclusiones totalmente incomprensibles señaladas por los colegiados dejaron prácticamente sin opciones a los baleares. A cinco minutos del final los pitiusos perdían por dos tantos pero otra exclusión y la consiguiente desconcentración sentenciaron el partido.