El argentino Leo Messi estará aproximadamente un mes de baja después de que durante el partido contra el Chelsea sufriera una rotura fibrilar de cinco centímetros en el bíceps de la pierna derecha. Si se cumplen estos plazos, el centrocampista se perdería hasta cuatro partidos de Liga (Osasuna, Real Sociedad, Málaga y Real Madrid) y los dos encuentros de los cuartos de final de la Liga de Campeones.
En una primera exploración en el Camp Nou, los médicos del Barcelona ya observaron la existencia de una rotura de fibras, extremo que se confirmó en la mañana de ayer después de que Messi se sometiera a una exploración ecográfica.
La rotura es importante (cinco centímetros) y supone la segunda lesión de este tipo que sufre Messi en el último mes. El argentino ya se lesionó en la misma zona (una elongación muscular) ante el Atlético de Madrid (5 de febrero) y se perdió el encuentro frente al Valencia.
Según el parte médico, Messi se someterá a una tratamiento a base de antiinflamatorios y relajantes musculares en la zona lesionada para cicatrizar la ruptura del músculo. Posteriormente, el argentino deberá recuperar la función muscular. Los servicios médicos del Barcelona vinculan la lesión que sufre el argentino a su condición de «velocista» en palabras del doctor Lluís Til, responsable de la plantilla profesional azulgrana.
Til explicó ayer que el problema de Messi es habitual «en jugadores muy rápidos» y que protagonizan constantes cambios de ritmo. El médico del primer equipo azulgrana explicó que esta circunstancia les lleva a tratar la lesión con la máxima cautela y a asegurarse de que el músculo regresa en una «forma óptima» a la actividad, por lo que la baja se ha cifrado en un mes.
Til ha desvinculado la rotura fibrilar que sufre Messi de la que se produjo el pasado 5 de febrero ante el Atlético de Madrid, «porque aquella está cicatrizada y, además, es un poco más arriba que la actual, aunque el grupo muscular afectado es el mismo».