Naia Fernández
En las pocas horas que el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, estuvo en Eivissa sacó como principal conclusión que «ésta es una ciudad volcada con el deporte y que su alcalde tiene una especial sensibilidad en esta materia».
La reunión que Lissavetzky mantuvo con los representantes del Ayuntamiento, el alcalde, Xico Tarrés, el concejal de Deportes, Roque López, y el gerente del Patronato Municipal de Deportes, José Antonio Bonet, sirvió para que los técnicos del consistorio conocieran algunas otras vías para conseguir ayudas del Gobierno central. «Queríamos saber cuáles son las posibilidades de colaboración del Consejo Superior de Deportes (CSD) en ayudas a nivel de concentraciones, preparación de selecciones u organización de eventos, además de las infraestructuras», apuntó Tarrés.
Dicha entrevista tuvo sus frutos porque el secretario de Estado guió a los responsables municipales señalando tres vías de colaboración ligadas a infraestructuras. La primera, dirigida a inversiones a fútbol no profesional, solicitando una parte del 1% de las quinielas que el CSD, junto con una Comisión Mixta de la Liga de Fútbol Profesional y la Federación Española de Fútbol, se encarga de distribuir; la segunda vía estararía dirigida a infraestructuras en centros escolares cuyas subvenciones salen publicadas en el BOE; y la tercera, subvenciones para equipamientos de cara a eventos internacionales que también figuran en el BOE.