Europa Press|Nürburg
El piloto alemán Michael Schumacher (Ferrari) logró su segunda victoria consecutiva en el Gran Premio de Europa, quinta prueba del Mundial, después de tomar la salida segundo y adelantar a Fernando Alonso (Renault) en el repostaje, dejando al asturiano en la segunda plaza y a su compañero de escudería, el brasileño Felipe Massa, en la tercera.
El Kaiser logró su victoria número 87 en un Gran Premio, demostrando que tanto Ferrari como él han vuelto a recuperar la forma y dejando claro que será uno de los pilotos que lucharán con Fernando Alonso por el título mundial.
Los primeros instantes del Gran Premio estuvieron marcados por varios accidentes. Ya en la primera curva los dos monoplazas de Red Bull se tocaron y poco después, el italiano Vitantonio Liuzzi (Toro Rosso) se quedó cruzado en la pista, por lo que tuvo que salir esafety car.
Alonso se mantuvo primero tras la vuelta lanzada, rodando muy rápido, y marcando, incluso, la vuelta rápida del circuito en el cuarto giro, aunque Schumacher, que era segundo, no dejó que el asturiano pusiera tierra de por medio en ningún momento.
El finlandés Kimi Raikkonen (McLaren Mercedes), que partía desde la quinta posición de la parrilla de salida, comenzó muy motivado el Gran Premio de Europa, conocedor de que no lograr un buen resultado en esta carrera podría ser definitivo para sus aspiraciones de luchar por el Campeonato del Mundo.
El piloto español de Renault continuó marcando los mejores cronos, aunque el Kaiser se mantuvo siempre a su estela, seguido de cerca por su compañero de equipo, el piloto brasileño Felipe Massa y dejando claro que su intención era hacer un buen papel ante su afición, que abarrotaba las gradas de Nurburgring con banderas rojas de la escudería italiana.
Con esta igualdad llegó la primera parada de los monoplazas de cabeza, que parecía la única forma de adelantar, ya que la igualdad en pista era clara. Alonso fue el primero en entrar en boxes, lo que aprovechó el alemán para hacer buenos tiempos con la intención de salir por delante tras el repostaje.
Sin embargo, tras las paradas del Renault y del Ferrari -una vuelta después que Alonso-, el asturiano se aferró a la primera posición, seguido de los dos monoplazas del cavallino rampante y del McLaren de Raikkonen que se había quedado un poco descolgado en la pelea por los laureles del podio final. El Gran Premio de Europa se fue transformando en un duelo entre el actual campeón del mundo y el piloto que más campeonatos ha ganado, ya que ni Massa, ni Raikkonen parecían poder hacer sombra a los dos monoplazas de cabeza.