Naia Fernández
Las aguas bajan revueltas e incluso un poco turbias en Can Misses. Tras desmarcarse Carlos Simón en la rueda de prensa del pasado encuentro frente al Ciutadella con unas declaraciones en las que aseguraba que si él fuera el presidente echaría al entrenador y los jugadores, el máximo dirigente de la entidad de Vila respondió ayer en los micrófonos de la Ser asegurando que «si el entrenador piensa eso, lo primero que tenía que haber hecho es dimitir». Parece que el entrenador levantino va a seguir el consejo de su presidente ya que poco después afirmó en esa misma cadena que «voy a renunciar a mi contrato. Me he parado a pensar y me he hecho un planteamiento que es marcharme el 1 de junio a Valencia y no volver».
Los motivos que argumentó el todavía técnico de la SD Eivissa para no cumplir el año que tiene de contrato son principalmente de caracter personal: «Quiero entrenar en un sito en el que sea feliz y en el Eivissa no he sido feliz». Según Simón, la decisión de no continuar en las filas rojillas no tiene que ver con el hecho de no clasificar al equipo para las eliminatorias de ascenso. «No es un tema deportivo, son temas personales», insistió y añadió que su marcha era una decisión «que la tenía meditada desde hace tiempo a nivel familiar y si hubiera jugado el play off lo único que hubiera cambiado es que hubiera esperado a que acabara la temporada».