Sin indicios de mejoría. La Peña sigue peleada con el gol y abonada al empate. El partido ante el Andraitx, un equipo que llegaba a Santa Eulària penúltimo en la tabla con sólo tres puntos en nueve jornadas, parecía propicio para reecontrarse con el gol y con la victoria, pero ni por esas. El equipo ibicenco jugó uno de los peores partidos que se le recuerdan en los últimos años y acabó sumando un punto que verdaderamente sabe a muy poco. Y eso que el partido empezó con una ocasión del conjunto local, que parecía presagiar que la Peña iba a ir a por todas. Sin embargo, la oportunidad de Àngel en un cabezazo que salió desviado en el primer minuto de juego, fue una de las pocas que tuvieron los de casa en este primer tiempo. En un auténtico ejercicio de querer y no poder, el conjunto ibicenco se estrelló una y otra vez en la defensa del conjunto rival sin conseguir crear peligro alguno. El gol, incluso, estuvo más cerca de la portería local que de la visitante. Santi, en el minuto 23, cabeceó demasiado alto un centro de Vila con toda la portería a su favor. En los últimos minutos del primer periodo, y más por insistencia que por intención, la Peña inquietó la meta visitante, aunque ni Jorge Oliver ni Àngel tuvieron el acierto suficiente para batir al meta Cuesta.
En la segunda parte el partido, incluso, fue a peor. Paco Marín movió ficha y sacó a todo el potencial ofensivo que tenía en el banquillo. Pero ni la entrada de Íñigo y Zubero, que estaban tocados, ni la de Emilio mejoraron el pobre juego local. El conjunto ibicenco seguía nulo en ataque. Tanto es así que la primera ocasión en estos segundos 45 minutos no llegó hasta un disparo lejano de Salazar en el minuto 76 que el meta mallorquín rechazó a córner. El resto de oportunidades llegaron o bien a balón parado o bien con balones colgados al área que la zaga visitante no tuvo demasiados problemas para despejar. Mientras tanto, el Andraitx, a la contra, pudo incluso llevarse el partido, aunque Vila, el más acertado de su equipo, falló en los metros finales.
El tiempo se iba agotando y a la Peña ya le tocó irse hacia arriba a la desesperada. No obstante, era tal el desbarajuste que daba la impresión que el gol no iba a llegar nunca, incluso con los siete minutos de tiempo añadido que concedió el colegiado. Vallori y Villodre se sumaron al ataque como improvisados delanteros centros, por lo que la Peña sumaba hasta seis hombres adelantados con los dos centrales, Emilio, Tino, Zubero y Jorge. Pero el problema no era la cantidad de delanteros, sino la falta de ideas dentro del área rival. De esta forma se llegó al final del encuentro sin que la Peña pudiera batir la portería rival y ya son demasiadas jornadas sin ver puerta con claridad. Habrá que esperar a ver si este miércoles, en el partido suspendido en su día ante el Sporting Mahonés, los de Santa Eulària son capaces de romper el gafe.