Adrián R. Huber|ESTAMBUL
El l brasileño Felipe Massa encabezó un doblete de Ferrari al anotarse, por delante de su compañero finlandés Kimi Raikkonen, el triunfo en el Gran Premio de Turquía, el número cien del español Fernando Alonso, que lo festejó en el podio y recortando dos puntos a su compañero Lewis Hamilton.
El inglés de McLaren, líder del Mundial sufrió un pinchazo en la entrada de la novena curva, a falta de 16 vueltas para el final y se conformó con el quinto puesto.
Se le rompió la carcasa del neumático delantero derecho en una frenada y perdió dos puestos que no pudo recuperar, aunque aún tuvo suerte en su contratiempo, que, de haber sucedido en la curva anterior, en la espectacular número 8, pudo haberle causado consecuencias mucho peores.
Los Ferrari confirmaron su dominio en Turquía, que ya evidenciaron tanto el viernes como el sábado; y firmaron un doblete que les resucita en ambos campeonatos.
Menos líder
En el de pilotos, en estos momentos, y a falta de las últimas cinco carreras, Hamilton lidera el Mundial más reñido de los últimos años con 84 puntos, cinco más que Alonso, que tiene diez de ventaja sobre Massa y once respecto a Kimi. En el de constructores, más aún tras la pifia de Hungría, en la que el peor parado fue Fernando -que fue sancionado con la pérdida de cinco puestos en la parrilla-, los de Maranello se han colocado a once puntos de los de Woking.
El paulista vive una auténtica historia de amor con Estambul. El año pasado firmó en el moderno circuito diseñado por Hermann Tilke su primera pole y su primer triunfo, en un fin de semana que, según él mismo explicó, cambió «por completo» su carrera.
Esta vez repitió proeza. El sábado contabilizó la octava pole de su carrera y ayer se anotó la quinta victoria desde que compite en Fórmula Uno, al dominar prácticamente de principio a fin una carrera en la que sólo cedió momentáneamente el liderato en sus 'pit stops'.
En el Istanbul Park se confirmó que los McLaren tienen problemas en la salida y, mientras Kimi -que arrancó segundo- dio cuenta de Hamilton, Fernando Alonso -cuarto en la parrilla- fue superado por los dos pilotos de BMW, el polaco Robert Kubica y el alemán Nick Heidfeld.
Los Ferrari no tuvieron problemas en afirmarse en los dos primeros puestos y Fernando, según se iban calentando sus neumáticos, se iba echando encima de un Heidfeld que impidió su progresión en las primeras dieciocho vueltas.
El primero en parar fue Kubica, después de la once. Seis más adelante lo hizo su compañero de Moenchengladbach. El doble campeón mundial paró una vuelta después (9'1 segundos), tras la 18, al igual que Kimi; y entró en pista por delante de Heidfeld, confirmando el cuarto puesto virtual: en esos momentos era sexto en pista. Los Renault fueron los que más tardaron en parar y eso permitió que el finés Heikki Kovalainen -sexto al final- liderara una vuelta. Tras la entrada del italiano Giancarlo Fisichella, en la 22, la clasificación se reorganizó con los Ferrari de Massa y Raikkonen delante de los McLaren de Hamilton -más próximo- y Alonso -a quince segundos- en tercera y cuarta posición.
A partir de ahí, los cuatro primeros del Mundial parecía que se jugarían las primeras cuatro plazas, con clara desventaja para el de Oviedo, que había perdido demasiado tiempo detrás de Heidfeld. Poco después, a falta de dieciséis, se produjo el incidente de Hamilton, que reventó su neumático delantero derecho, pero evitó un estrepitoso accidente. Logró llegar a su garaje, saldándose el contratiempo con la pérdida de dos posiciones. Lewis se enfadará con Bridgestone, pero en esta acción la suerte se volvió a aliar con él.
A falta de diez vueltas, Massa le llevaba 3'4 segundos a Kimi, con Alonso a 22'4; y Hamilton por detrás de Heidfeld, al que ya no pudo superar y que acabó cuarto. Kovalainen apretó en los últimos giros, pero no lo suficiente, y se conformó con el sexto.
Los Ferrari fueron superiores y el viento también les echó una mano que tampoco les hubiera hecho falta. Alonso subió a un podio que no esperaba ni loco en la segunda vuelta y que le hizo festejar con alegría su centenario tras una carrera que no recordará durante toda su vida, como él mismo indicó.