Tomás Sánchez Venzalá «No está siendo una buena temporada». José Bordalás, entrenador de un Alcoyano que se encuentra actualmente en la zona de descenso "es decimoséptimo" y que se verá las caras contra la SE Eivissa este domingo, no pudo ser más sincero en la tarde de ayer. El preparador del equipo alicantino reconoció que «no nos encontramos en el lugar que nos gustaría estar», aunque advirtió que «las valoraciones hay que hacerlas cuando acabe la temporada o esté a punto de hacerlo».
El Alcoyano ya ha sido capaz de despachar al técnico que comenzó en el banquillo el presente curso: Pepe Soler. El mal arranque de los alicantinos le costó el puesto al ex entrenador del Àguilas, sustituido a mediados de octubre por José Bordalás. Los resultados no han mejorado demasiado, pero bien es cierto que los alcoyanos, a un punto de la zona de salvación, empiezan a ver de cerca la luz al final del túnel.
De hecho, el próximo adversario de los ibicencos viene de lograr su segundo triunfo a domicilio consecutivo en Terrassa (1-2) "entre medias perdió con el Ontinyent". Eso ha subido la moral de un Alcoyano que, de por sí, ya tiene bastante "el refranero español así lo indica". «Después de una victoria y en la situación en la que estamos, es normal que el ánimo se encuentre mejor que en jornadas anteriores», apuntó el míster al respecto.
Eso sí, el combinado alicantino no está hilando muy fino en El Collao, su propio feudo, donde tan sólo ha logrado un triunfo en lo que va de campaña. Las causas, según su preparador, son de diversa índole: «Ha pasado de todo. El equipo no ha estado bien en algunos partidos; la mala suerte influyó en otros; los desaciertos también pasaron factura... Son muchos los factores que nos han llevado a esta mala racha como locales».
Este domingo, contra la SE Eivissa, los alicantinos tratarán de acabar con la inercia negativa en la que se hallan envueltos. Bordalás dijo haber visto al cuadro de Luis Elcacho «en un par de ocasiones», en las que comprobó «la consistencia y el buen nivel» de los pitiusos. El técnico, que destacó individualmente a «Germán, un grandísimo jugador que tuve la suerte de tener a mis órdenes», no teme al cuadro ibicenco, pues «los que nos dedicamos a esto no podemos tener miedo. Respetamos a todos, pero sin miedo».
Pese a que conoce a «la mayoría de la plantilla» pitiusa, el míster del Alcoyano no quiso realizar un pronóstico del partido. «Es algo atrevido y complicado. Nunca sabes lo que puede pasar. Vamos a afrontar el partido con la máxima ilusión ante un equipo que es tremendamente complicado y que ha conseguido muy buenos resultados», explicó el dueño del banquillo alicantino, que cree que la clasificación dará próximamente un cambio radical: «Hay equipos que están en la zona alta y no acabarán ahí, y otros en la zona baja que mejorarán». En este último grupo espera estar el Alcoyano, para lo cual deberá hacer buena en casa la victoria en Terrassa... con el permiso de la SE Eivissa.