Juan Antonio LladósASSEN
Valentino Rossi (Yamaha) falló cuando más fuerte se mostraba el australiano Casey Stoner (Ducati), al caerse en el giro inicial del Gran Premio de Holanda de MotoGP, que ganó con autoridad en Assen el vigente campeón mundial. Stoner había dado un aviso previo en entrenamientos al hacerse con el mejor tiempo y posición para la formación de salida y tampoco falló en ese momento, aunque inicialmente se le «colase» Pedrosa, al que le duró poco la alegría frente al piloto de Ducati, pero poco después se enteró del percance de Rossi, quien tras haber hecho una mediocre salida se coló en una curva al bloquear la rueda trasera de su moto y acabó por los suelos llevándose al francés Randy de Puniet en su caída. La carrera estaba vista para sentencia, ya que Casey Stoner no tardó ni un suspiro en decir adiós a sus rivales y Pedrosa tampoco tardó demasiado en dar buena cuenta de su propio compañero de escudería, el estadounidense Nicky Hayden, al que su moto le dejó sin gasolina con la bandera de cuadros ondeando en lontananza y sin poder evitar que le superase Colin Edwards (Yamaha). El mallorquín Jorge Lorenzo se mostró cauto y acabó en sexta plaza, sumando unos valiosos puntos que le permiten seguir cuarto en la general. Lorenzo aseguró que «no es ninguna decepción, pues después de haberme caído varias veces en el año esto es mucho mejor que volver a hacerme daño. Si es cierto que esperaba algo más, sobre todo rodar más rápido, ya que creo que podía hacerlo, pero al final de todo creo que la posición no es tan mala», dijo el balear. «Estoy más animado, pues me estoy preparando físicamente otra vez ya que después de las lesiones no he podido entrenarme en gimnasio y acabo bastante cansado, pero ahora tenemos dos semanas y espero recuperarme» explicó el piloto de Yamaha, quien reconoció que «no estuve muy fino y no rodé como creo que podía haber rodado». No obstante, Jorge aseguró que «la moto no iba como tenía que ir, no corría, pero no quiero poner excusas, yo no estaba fino y ya está». En cuanto a los momentos iniciales de la prueba holandesa, el doble campeón del mundo indicó que «la salida no ha sido mala, porque no tenía un buen puesto y yo he sido el único piloto de Yamaha que no ha perdido ninguna posición, pero el sistema de salida de nuestra moto no termina de ser el mejor».
El campeonato ha dado un giro hasta cierto punto imprevisto y ha devuelto una emoción cada vez mayor a la lucha por el título, en la que ya ha quedado claro que sólo habrá tres contendientes y ayer falló el que menos se esperaba, el siete veces campeón del mundo Valentino Rossi, quien aún con todo tuvo la suerte de ver como dos rivales se debían retirar por caída, De Angelis y Anthony West, y a los otros dos los superaba tras protagonizar su particular remontada hasta el undécimo lugar.
Bautista y Olivé
El triunfo de Alvaro Bautista en 250, unido a la clasificación del líder del mundial, Mika Kallio, séptimo, le permite recuperar mucho terreno en la lucha por el título y ascender hasta la cuarta posición.
Mucho más enrevesada resultó la carrera del octavo de litro, en la que la lluvia hizo de las suyas, pues cuando el británico Bradley Smith la lideraba con cierta solvencia, secundado por Nico Terol y Joan Olivé comenzó a llover y las caídas del propio Smith y de Efrén Vázquez y Mar Márquez (KTM), obligaron a detener la misma. En la reanudación, a sólo cinco vueltas, fue Joan Olivé quien llevó la iniciativa en las cuatro primeras y en la última pudo pasar de todo en el grupo de hasta siete pilotos que marchaban en cabeza, pero la veteranía y experiencia de Gabor Talmacsi fue demasiado para sus rivales. Olivé, una vez, la tercera en lo que va de temporada, acabó segundo, con Simone Corsi en tercer lugar y Mike di Meglio (Derbi), actual líder, cediendo un montón de puntos.