Rubén J. Palomo
La interminable asamblea ordinaria que convocó ayer la junta directiva de la Peña Deportiva -se prolongó durante más de tres horas- tiene un resumen mucho más corto y sencillo: existe mucho temor por la nueva categoría y hay pocos apoyos económicos y humanos.
El presidente de la entidad de Santa Eulària, Miguel Torres, suplicó en infinidad de ocasiones un impulso financiero por parte de sus socios, que no obtuvo la respuesta esperada.
La asamblea se desarrolló por los cauces normales hasta el tercer punto del orden del día. Tras ser aprobada el acta anterior y la liquidación del presupuesto de la temporada 2007/08, que acabó con un déficit de 49.273'71 euros, la reunión de los más de 70 socios que se dieron cita en la sede del Club Nàutic Santa Eulària derivó en un infinito debate.
La junta directiva, compuesta por 11 personas, se presentó a la cita sin un presupuesto fijado para la próxima temporada, algo que suscitó los reproches de varios peñistas. Sin embargo, una opinión era generalizada, el agradecimiento al presidente por su gran labor al frente del club. Éste, desbordado quizás por la magnitud de la empresa que ahora se presenta, avisó en varias ocasiones de que su junta dimitiría si no recibían los apoyos -económicos-suficientes. «Si de aquí no salen refuerzos en todas las partes para hacer un papel digno en Segunda B, nuestra etapa ha terminado y tendremos que dejarlo a otra gente», declaró Torres.
Pero centrémonos en ese aspecto vital para progresar en el mundo del fútbol: el dichoso dinero. La temporada pasada se cerró para la Peña con unos ingresos totales de 471.734'35 euros, mientras que los gastos ascendieron a 521.008'06 euros, de los cuales 248.997 supusieron los sueldos de los futbolistas de la primera plantilla y, en torno a 35.000, al cuerpo técnico.
Con el equipo en Segunda B, la Peña Deportiva ingresaría unos 50.000 euros del Consell d'Eivissa, en torno a 200.000 del Govern y cerca de la mitad del Ayuntamiento de Santa Eulària. Los ingresos aumentarían, como parece lógico, pero los gastos también, comenzando por las nuevas infraestructuras y las fichas de los nuevos jugadores y del cuerpo técnico.
Pues bien, la asamblea arrancó a las 21'00 horas, y no fue hasta las 23'15 cuando se esbozó un principio de presupuesto para el nuevo curso, que arrancaría con 600.000 euros (por menos de 1 millón de euros malvives en Segunda B). Una de las medidas para aumentar los ingresos será incrementar en un 15 ó un 20% el precio de los abonos, de las vallas publicitarias...Aventura arriesgada y sin garantías. Pronto habrá más novedades.
Miguel Torres aseguró al término de la Asamblea que seguirá «por el bien del club». «Me es simpático que me digan, por que lo hago bien, que no puedo marcharme, pero que no me pueden dar más porque no lo hay en el pueblo», señaló el presidente de la Peña Deportiva. El presupuesto de 600.000 euros «no es ni de TBO», según Torres, que intentará mejorar «dentro de las posibilidades». «Este proyecto no tiene ninguna garantía de éxito», añadió el máximo mandatario, que reconoció salir «triste» de la Asamblea.