Europa Press
El equipo español de Copa Davis concluyó de manera sobresaliente la primera lidia en el coso de las Ventas ante Estados Unidos (2-0) y se sitúa al borde de la final de tan prestigiosa competición después de que Rafael Nadal se sobrepusiera al agotamiento para doblegar al joven americano Sam Querrey y posteriormente David Ferrer añadiera tintes heroicos, con remontada incluida, en su triunfo en cinco sets sobre el número uno estadounidense, Andy Roddick.
La jugosa ventaja con la que cerró el equipo español la faena de la primera jornada no se consiguió sin gotas de sudor ni sufrimiento, ni siquiera sin incertidumbre porque los americanos, a priori víctimas, se beneficiaron probablemente de la altitud de la capital, que tanto conflicto generó entre jugadores y Federación, para lucir dos extraordinarios servicios con los que realizaron su particular asedio sobre los representantes de la 'Armada'.
Nadal y Ferrer, no obstante, demostraron mentalidad para sobreponerse a las circunstancias desfavorables. Contaban para ello con una animada grada, aunque Las Ventas no registrase el lleno de sus 21.000 localidades, y la magia de la Davis, en la que los 'rankings' se igualan y los tenistas acceden a la victoria más desde su corazón que desde la cabeza.
Bajo esa premisa Nadal es insuperable, también en la tenística, pero el balear reconoce que no se parece al jugador que arrolló en época veraniega (Roland Garros y Wimbledon). Su derecha ya no hace añicos la resistencia del rival porque no encuentra los mismos ángulos y tampoco es capaz de recuperar todas esas pelotas milagrosas que terminan minando al adversario.
Querrey, como ya sucedió en el US Open, le ganó el primer set -en la muerte súbita-, gracias a sus golpes planos, que dañaban a Nadal, y sobre todo a un saque que le permitió sumar muchos puntos. Pero el de Manacor sigue siendo plenamente fiable y se sobrepuso para superar en los tres siguientes al joven californiano.
Ferrer resucita
Ferrer salvó por su parte un compromiso de envergadura ante Roddick, quien mejora siempre su versión cuando defiende los colores de su país. El americano llevaba dos años sin perder en la Davis, acumulaba nueve victorias consecutivas e incluso se había impuesto en sus tres últimos partidos sobre tierra en esta competición, pero terminó hincando la rodilla ante la constancia del español.
Roddick hizo valer su experiencia en la Davis, que lleva jugando desde 2001, ante un Ferrer que atravesó momentos demasiado titubeantes. Tanto que el proyecto español se tambaleó porque el americano barría la pista con sus servicios -hasta 23 'aces'- y alejaba a Ferrer del camino del triunfo.
El de Nebraska se lució desde el comienzo. En la primera manga ya exhibió su fuerza, pero Ferrer se sujetó muy bien desde el fondo, con una derecha incisiva y suelto de piernas. El partido giraría después y Ferrer entró en una nebulosa, probablemente hastiado de tener que devolver los 'pelotazos' de Roddick, que le situó con 2-1 en su contra.
Pero el 'gladiador' de Jávea se recuperó a tiempo para forzar el quinto y allí, en una leal batalla entre los dos jugadores, celebrar el triunfo gracias a su fe, coraje y entrega, para que España recibiese el segundo punto de la eliminatoria y estar cerca de disputar su cuarta final en los últimos ocho años.