Ni siquiera en estas señaladas fechas se salva el Eivissa de los problemas y la polémica. La plantilla rojilla regresó ayer a los entrenamientos tras las vacaciones navideñas con las bajas de Pisano y Biel Guasp, que han sido los primeros en abandonar la nave y, sobre todo, con la incertidumbre de no conocer su futuro en la entidad. La reunión prevista con la directiva no se celebró ayer con el consiguiente malestar de los jugadores, que esperaban respuesta a muchas de sus preguntas, y no se llevará a cabo hasta el próximo lunes, el día después del importante partido de este domingo en Can Misses ante el Orihuela.
Los futbolistas, una vez concluida la sesión de entrenamiento, estaban citados ayer con la directiva para conocer oficialmente las intenciones del club y su plan de viabilidad. Sin embargo, ningún responsable estaba presente para darles explicaciones. Raúl Garrido, capitán del equipo, llamó por teléfono a un miembro de la directiva y, poco después, hizo acto de presencia Andoni Valencia, gerente del Eivissa, que se reunió por espacio de unos minutos con la plantilla. «Les hemos pedido que tengan paciencia durante esta semana y que nos reuniremos con ellos el día 5. La intención era tener la reunión hoy, pero se ha considerado que Pedro Ortega, que no puede venir antes por compromisos laborales, tenía que estar presente. Entre todos tenemos que aunar esfuerzos para intentar sacar esto adelante; los futbolistas la parcela deportiva y la directiva, la económica», afirmó Valencia.
Raúl Garrido, en representación de la plantilla, aseguró que los jugadores «no sabemos nada oficialmente y es mentira que antes de marcharnos de vacaciones el club nos entregara ninguna carta hablando de las medidas que va a adoptar. El problema es que nos falta información por parte de la entidad. En principio no vamos a adoptar medidas. Hemos conseguido que venga un directivo a darnos explicaciones y, aunque nos parece que esperar hasta el día 5 es un tiempo muy largo, por lo menos hay el compromiso de que ese día nos van a decir algo».
Quique Yagüe, por su parte, también está muy molesto. El técnico, que el martes reconoció a este periódico que no sabía ni siquiera con qué jugadores iba a contar en el primer entrenamiento tras el parón navideño, ayer tuvo la respuesta. Ni Pisano ni Biel Guasp se presentaron ayer al entrenamiento. «La situación no es sólo preocupante; es acojonante. Ahora mismo sólo contamos con diez jugadores de campo para el partido de este domingo y así no se puede competir», reconoce el técnico, que además de estas dos nuevas bajas tiene las ausencias por sanción de José Rodríguez, Jonan García y Raúl Rodríguez. Yagüe asegura que está con los jugadores «a muerte» y entiende que sea difícil que puedan rendir en condiciones con tantos problemas. «A los futbolistas les veo muy mal. Sé que van a hacer lo que puedan, pero es muy complicado. Yo estoy acostumbrado a estos temas, pero no juego. ¿Si pienso también en marcharme? Estoy aquí para ganar partidos y tener una plantilla digna y eso no se puede lograr si sólo vamos a los partidos con ocho futbolistas. Si no hay jugadores, sobra el entrenador. Tomaré una decisión dependiendo de la situación y de si se arreglan las cosas o no», declara.
«El club no sabe nada de Pisano». Con estas palabras, Andoni Valencia, gerente del Eivissa, zanja el tema sobre la marcha del italoalemán Giuseppe Pisano. El delantero, junto al lateral Biel Guasp, futbolista cedido por el Mallorca que también ha decidido no regresar al conjunto rojillo, se ausentó ayer del primer entrenamiento tras el parón navideño y todo apunta a que podría recalar en el Mallorca B. La postura del club constrasta con la de Quique Yagüe, que da por segura la marcha del equipo de Pisano. Un ejemplo más de la falta de comunicación en el Eivissa.