Rubén J. Palomo
Nunca un partido entre el EBE Ibiza y el Ros Casares de Valencia tuvo un sabor tan dulce. La fragancia que respiran hoy ambos equipos es deliciosa. Unos porque consiguieron el primero de los títulos que tienen en mente para esta temporada y otros porque alcanzaron un nuevo hito para su corta pero fructífera historia en el baloncesto de élite.
El equipo de Santa Eulària, con la resaca aún del subcampeonato copero, se mide hoy al mejor equipo de baloncesto femenino que ha dado este país. Una plantilla que bien podría competir en la liga americana (WNBA), pero que fue apeada recientemente de la Euroliga femenina por el todopoderoso Spartak de Moscú (79-70) en el partido de desempate.
La principal preocupación para el técnico Jordi Fernández desde el regreso del equipo a Eivissa, además de capear los compromisos institucionales, ha sido sacar de la mente de sus chicas esa gran final disputada ante 6.000 aficionados. El EBE Ibiza regresa a su particular batalla por finalizar entre los ocho primeros de la tabla para luchar por el título de la Liga Femenina, objetivo aparentemente asequible, pero hoy las apuestas vuelven a serle desfavorables.
Antes del parón por el torneo del K.O., el Ros Casares superó ampliamente al MMT Estudiantes 76-54. El bloque que dirige Isma Cantó sólo ha perdido un encuentro en liga y fue hace casi cinco meses (18 de octubre) ante Perfumerías Avenida por 91-86. El cuadro de la Villa del Río, por su parte, tiene aún el grato recuerdo de su victoria en la prórroga por 88-87 frente al equipo salmantino, al que poco después machacó en el torneo copero.
Las bazas del bloque ibicenco pasan por mantener la misma actitud defensiva que en la primera parte de la final. La concentración y el gran trabajo táctico del equipo dieron resultados y el Ros tuvo que resignarse durante 34 minutos a ir por detrás en el marcador. Entonces, las pupilas de Jordi Fernández acabaron fundidas, sin aliento. Y no era para menos, después de tres exigentes partidos seguidos.
Hoy no existirá ese colapso muscular, aunque Jordi Fernández tendrá la baja casi segura de uno de sus principales estiletes defensivos: la alero Alicia López. La alicantina podría quedarse en casa aquejada de un dolor de muelas. Su ausencia la tendrá que cubrir Regina Gómez. De nuevo las pívots Delisha Milton y Sancho Lyttle se verán las caras. Será el duelo individual más atractivo, auque jugadoras como Shannon Johnson y Silvia Morales en el EBE Ibiza, o las valencianas Anna Montañana, Amaya Valdemoro o Elisa Aguilar serán decisivas.
Isma Cantó, entrenador del Ros Casares, no podrá contar con Marina Ferragut, con problemas lumbares, y tiene la duda de Jana Veselá, que esta semana apenas se ha podido ejercitar por culpa del esguince en el tobillo derecho que sufrió en la semifinal de la Copa de la Reina. El encuentra se disputa hoy por la festividad valenciana de las Fallas y incompatibilidad de horarios con otro encuentro de baloncesto masculino.