Falta justo un mes para que concluya el campeonato de liga en la Primera Nacional A de fútbol sala y el Gasifred tiene en sus manos el ascenso a División de Plata. El conjunto azulino, tras su victoria el pasado jueves en el partido aplazado ante La Unión (2-5), suma cuatro puntos más que el segundo clasificado, el Corbera, y seis más que el tercero, el Centelles. Este sábado, en la pista del Ripollet, podría dar el paso definitivo.
«Nos jugamos gran parte del ascenso en el partido de este sábado ante el Ripollet. Si somos capaces de sumar los tres puntos, creo que el ascenso no se nos puede escapar. Además, el Corberá tiene una salida muy complicada ante el Vilassar por lo que, si tropieza, algo que es factible, podríamos incluso proclamarnos campeones en el siguiente partido en casa ante el Inca», afirma Mariano Ripoll, secretario técnico del Gasifred.
La racha del equipo ibicenco está siendo impresionante. Su última derrota llegó el pasado 17 de enero, cuando perdió por 0-2 ante el Vall de Tenes. Desde entonces, ha encadenado ocho victorias y un empate. Es decir, 25 puntos de los 27 posibles. «En la primera vuelta tuvimos una racha bastante negativa en cuanto a empates y ahora se le ha dado la vuelta a la tortilla. De todas formas, no todo ha sido tan fácil y muchas de las victorias han sido con portero-jugador y sufriendo hasta el final. En ese sentido el equipo ha demostrado mucha valentía, aunque también ayuda el hecho de tener un pequeño colchón de puntos que nos da margen de error», añade.
Del calendario que le queda al Gasifred -Ripollet, Inca, Fisiomedia Manacor B y Canet-, el derbi de Blancadona ante el Inca se perfila como el más complicado, teniendo en cuenta que los mallorquines han sido los únicos, junto al citado Vall de Tenes y al Corbera, capaces de ganar a los ibicencos esta temporada. «El partido ante el Ripollet es muy importante, pero no hay duda de que el Inca es uno de los rivales que más daño nos han hecho y que quizá nos puede dar algo más de miedo. Sin embargo, en ese partido podríamos estarnos jugando el título y el ascenso y vamos a ir a por todas», dice.
Un equipo suele acusar los cambios de entrenador, sobre todo si éste llega a mitad de temporada y por problemas personales del técnico, en este caso del cordobés Carlos Sánchez. Sin embargo. el club acertó y mucho en la elección de José Luis Pérez Escrich. «Hemos tenido mucha suerte esta temporada con los entrenadores, sobre todo porque cambiar a mitad de temporada es más complicado. Sin embargo, los dos han hecho un trabajo fenomenal y eso que no tienen nada que ver uno con otro, porque tienen estilos diferentes. Carlos hizo un trabajo muy bueno tanto en la pista como en el club con respecto a la base, un trabajo que se notará en el futuro, mientras que José Luis ha sabido entender que lo que se necesitaba en este momento era ganar y no conformarse con empates», agrega Ripoll.