Irene Colomar siempre ha asegurado que uno de sus grandes objetivos es participar en unos Juegos Olímpicos. Sin embargo, la karateca ibicenca no va a tener la oportunidad de cumplir ese sueño. Ayer, el Comité Olímpico Internacional (COI), que se reunió en Berlín, volvió a dejar en la cuneta a este deporte para los Juegos Olímpicos de 2016, en los que sí podrán estar el golf y el rugby.
La votación final sobre la incorporación de estos dos deportes se decidirá en una sesión plenaria del organismo que se celebrará en octubre en Copenhague, donde también se conocerá la ciudad sede de los Olímpicos de 2016, a la que aspiran Chicago, Madrid, Río de Janeiro y Tokio. Las otras cinco disciplinas que competían (squash, softball, béisbol, karate y deportes en patines), tendrán que esperar otros cuatro años antes de intentar integrar el programa de los Juegos. «Al final, la decisión se redujo a los dos que añadían mayor valor a los Juegos», destacó Jacques Rogge, presidente del COI.
De esta forma, el golf podría regresar a los Juegos Olímpicos por primera vez desde 1904. Por su parte, el rugby, que había formado parte de cuatro Juegos hasta la Olimpiada de 1924, contará con su versión más pequeña y más corta de siete jugadores.
Desilusión
La noticia del descarte del karate como deporte olímpico al menos hasta el año 2020 ha caído como una losa para los practicantes de este deporte, que confiaban en que esta vez sí pasaría el examen. «Me parece ridículo que el karate no sea olímpico y que tengan que decidir que un deporte sí lo es y otro que no. Tenemos el mismo derecho que otros para estar en unos Juegos, que no hay que olvidar que es el acontecimiento deportivo con más repercusión que existe. De todas formas, no me parece extraño, porque el golf y el rugby son dos deportes con mucho tirón en el mundo anglosajón y muy mediáticos. No estoy en contra de que se incorporen a los Juegos. Lo que me molesta es que otros deportes como el nuestro, con millones de practicanetes en todo el mundo, se tenga que quedar fuera», declaró ayer Fernando Pérez, delegado insular de karate y responsable del centro de tecnificación.
Para Pérez, la desilusión es grande cuando, además, Eivissa cuenta con dos karatecas que están llamadas a marcar una época dentro del panorama nacional e internacional. «Ya era difícil que Irene Colomar y Cristina Ferrer llegaran en condiciones para acudir a unos Juegos en el año 2016, pero si tienen que esperar cuatro años más ya no hay posibilidad alguna. Habrá que esperar a otras generaciones», añade el técnico.