Antonio Stina prosigue con su particular y maratoniano viaje a Eivissa. Como si de un desplazamiento trasoceánico se tratase, el agente italiano llegará este mediodía a Eivissa -y no ayer como había prometido- tras dos meses de larga espera y a un día de que la agónica muerte del primer equipo y, por ende, del club, acaben por consumarse.
El agente transalpino y vicepresidente ejecutivo de la entidad informó hacia las 20,00 horas de ayer a este rotativo de que se encontraba en Barcelona, en el aeropuerto de El Prat, y que pasaría allí la noche para tomar un vuelo rumbo a la Isla, donde arrivaría en torno a las 13,00 horas. Sin perder tiempo, no le sobra demasiado, mantendrá diferentes reuniones para ponerse al día de las numerosas acciones que debe llevar a cabo para salvar la situación. La primera y principal es pagar a los futbolistas y sanear la deuda con la Federación de Fútbol de les Illes Balears (FFIB) a la que el Ibiza debe 29.000 euros en concepto de tres entrenadores (Sergio Tortosa, Daniel Ferrer y Alfredo Santaelena). En principio el agente llega sin futbolistas, por tanto deberá convencer a los cinco jugadores del primer equipo más los juveniles para medirse al Independiente. La tarea se presenta complicada.
El 7 de febrero, cita para la SD Ibiza
El delegado insular de fútbol, Pepe Roselló, se refirió ayer a la actual situación de la UD Ibiza y al futuro de la entidad, además de los pasos que se están llevando para reflotar la histórica SD Ibiza. El próximo 7 de febrero se lleva a cabo en Palma una junta ejecutiva de la FFIB donde Roselló espera plantear el asunto y encontrar puntos de apoyo que marquen la nueva hoja de ruta. Sobre la UD Ibiza y su posible expulsión en categoría regional, el delegado explica que no afecta al resto de categorías, salvo en la imposibilidad de tramitar fichas hasta que no se salde la deuda de 29.000 euros.