«El Sa Graduada se muere». Con esta expresión tan fuerte resumió Alberto Ruiz el sentimiento general del cuerpo técnico y los jugadores del primer equipo del Eivissa Bàsquet. Los problemas económicos y la dejadez existente en el baloncesto ibicenco hacen peligrar el futuro del deporte de la canasta en la Isla. Por eso, el director deportivo y entrenador Alberto Ruiz, así como los jugadores David Díaz y Urit Kelly convocaron ayer una rueda de prensa para hacer pública la situación y solicitar ayuda. S. O. S.
Ruiz leyó un comunicado realizado por ellos mismos en el que traslada su preocupación actual a la sociedad: «Nos hubiera gustado venir aquí después de conseguir una nueva victoria el pasado domingo. Por desgracia no pudo ser, ya que no estuvimos acertados y no pudimos sobreponernos a un mal día, que comenzó con una planificación de viaje complicada y acabó con un equipo que no supo resolver los problemas que el rival planteó».
El discurso prosiguió: «Queremos hacer llegar a la sociedad ibicenca nuestra situación y preocupaciones como máximos representantes del baloncesto masculino en la Isla. Desde hace un tiempo, el CB Eivissa Bàsquet Sa Graduada se encuentra en una situación grave, que con el paso de las semanas se va complicando más».
«En lo que respecta a la presente temporada, nos encontramos con retrasos en el pago de cantidades económicas pactadas, contratos sin firmar y alojamientos sin solucionar. A esto debemos añadir cantidades pendientes de abonar a jugadores y diferentes colaboradores de la plantilla de la pasada temporada y de la campaña 2008-09», dijo.
Suponen que se debe «al colapso económico que padece el club, como otras tantas entidades en crisis», pero recuerdan que ellos no son «responsables». Pero su mayor inquietud es otra: «Es la sensación de abandono en la que nos vemos en el día a día en nuestro trabajo. Nadie nos da explicaciones ni aporta soluciones para un proyecto que entendemos viable y atractivo».
«Toda esta situación está afectando no sólo al primer equipo, sino al trabajo con la cantera, donde tenemos la responsabilidad de colaborar con la educación de unos 100 niños que, con ilusión, entrenan con nosotros todas las tardes», continuó Ruiz.
«Estamos aquí porque creemos en este proyecto y en el baloncesto de calidad en Eivissa. No estamos dispuestos a quedarnos de brazos cruzados. Hemos puesto en marcha iniciativas (patrocinador del partido, publicidad en web, etcétera), pero necesitamos manos que colaboren con nosotros. Esto es lo que solicitamos: ayuda para llevar a cabo todas las ideas de gestión que tenemos», sentenció.
Ruiz: «Hace falta trabajar en equipo para poder salir de esta mala situación»
«He podido hablar con Cote -presidente del club- y me manifestó que su margen de actuación es mínimo. Nosotros no podemos esperar a que nadie venga a rescatarnos. No va a venir Superman a salvar nuestros problemas, así que nos ponemos en marcha y hablamos con todo el mundo para que sepan que estamos aquí». Alberto Ruiz, director deportivo y entrenador del primer equipo del Sa Graduada solicitó así ayuda públicamente. Ruiz considera que «no hay que culpabilizar a nadie». Eso sí, recordó que «hace falta trabajar en equipo para pasar esta mala situación y eso es lo que reclamamos». El director deportivo reconoció que se adeudan cantidades económicas «a dos técnicos y a Urit Kelly», en lo que a esta campaña se refiere, pero destacó que lo peor es «la sensación de que esto se muere». «Nosotros tenemos energías para reavivarlo y hemos decidido no dejarlo morir», agregó. Ruiz defendió esta movilización a espaldas de la directiva porque ésta «está preocupada por grandes soluciones como el cobro de subvenciones, pero las instituciones también tienen sus problemas y no vemos que en el club se trabaje para encontrar soluciones».
Díaz: «Quienes no somo profesionales no tenemos comunicación con el 'presi'»
David Díaz, capitán del primer equipo del Eivissa Bàsquet Sa Graduada, dejó clara una cosa: «No jugamos por el dinero y no vamos a abandonar esto porque nos gusta el baloncesto». Eso sí, indicó lo que eso supone: «Tenemos nuestro trabajo y hacemos un esfuerzo grande por llegar a tiempo al entrenamiento, dar el máximo y viajar». Díaz recordó: «Soy el único que queda desde que salió el equipo sénior y veo que esto se muere. Sería una lástima. Yo estoy muy agradecido al club por haberme dado la oportunidad de jugar en EBA y he dado lo máximo, pero yo soy viejo ya y seguiré mientras pueda. Si no se trabaja y ayuda para que suba gente, Eivissa perderá el baloncesto». El jugador lanzó además un mensajito sobre cómo se vive el tema en la directiva del club: «Por parte de los jugadores que no somos profesionales, puedo decir que no hay comunicación con el presidente, a no ser que llamemos comunicación a negociar un contrato a principios de temporada y no volver a verle hasta la próxima. De hecho, llevo una semana intentando hablar con él».
Urit: «Si me tengo que ir porque debo comer, lo haré»
Urit Kelly, el jugador clave del Eivissa Bàsquet, se mostró triste ayer: «Yo voy a estar aquí hasta que encontremos una solución, pero yo tengo que comer y vivo de esto. Si la situación empeora, no sé qué haré. Yo, ahora, estoy con ellos. No me gusta abandonar un club, pero si tengo que hacerlo para comer, a lo mejor tendré que hacerlo».