David Meca, junto a otros 22 nadadores no profesionales, llegaron ayer a la playa de El Postiguet de Alicante tras completar una travesía por el Mediterráneo que inició en Sant Antoni (Eivissa) con el objetivo de sensibilizar sobre el cáncer y promocionar el trabajo de la Asociación Linfoma, Mieloma y Leucemia (AEAL).
Los participantes en la travesía han tardado casi dos días, «unas 47 horas», según Meca, en completar el recorrido por medio de relevos de aproximadamente media hora, aunque «todo dependía de las fuerzas de cada nadador». Meca ha resaltado las dificultades que han encontrado durante el camino, que a punto estuvieron de obligarles a suspender la prueba, tanto por el oleaje que se encontraron como por una plaga de medusas que les atacó nada más salir de Eivissa.
El nadador resaltó, especialmente, el «ejemplo» que para las personas enfermas de cáncer suponen las figuras de Víctor Rodríguez y Selina Moreno, dos de los relevistas, que se vieron afectados por esta enfermedad.
Superación
Víctor Rodríguez destacó que, «a pesar de lo mal» que lo han pasado, es una «gozada» haber podido participar en una travesía de este tipo, similar a la que hizo Meca entre Jávea y Eivissa.
«Pensábamos que íbamos a tener que dejarlo porque teníamos todo en contra, pero al final lo hemos conseguido», valoró Rodríguez, quien recordó que «hace siete meses no sabía nadar» y ahora había participado en un reto de esta envergadura.
Rodríguez confió en que su ejemplo y el de los otros participantes permita a otros enfermos de cáncer pensar que «se puede salir adelante si uno quiere». «Esto debe servir de ejemplo de superación y esperanza», concluyó.
Por su parte, uno de los responsables de la organización del Reto 2011, Rafael Espí, ha explicado que «el momento más duro» se produjo cuando tuvieron que suspender la travesía del Canal de Eivissa, «porque se estaba haciendo de noche, había muy mala mar y la seguridad de los nadadores era lo más importante».