180 minutos es lo que separan al Formentera o al Andratx de la Tercera División. Dos partidos. Dos finales. El salto de categoría está a un paso. Todo el trabajo de la temporada se reduce a lo que suceda en esta eliminatoria de ida y vuelta entre el campeón de Regional Preferente de Eivissa y Formentera y el subcampeón mallorquín. El que gane lo celebrará por todo lo alto, sabedor de que habrá recogido los frutos por los que ha luchado durante el curso. El que pierda deberá esperar una carambola para ascender –debería subir uno de los representantes baleares en la fase a Segunda B– mientras seca sus lágrimas.
Los de la pitiusa menor llegan a la cita con, prácticamente, su once de gala disponible. Sólo faltará Rotoló por motivos laborales, pero regresa el delantero Baby, máximo artillero del equipo, tras haber causado baja en el partido de vuelta contra el Xilvar por sanción. Pese a su ausencia, los formenterenses supieron hacer bueno en casa, con un empate sin goles, el 1-2 cosechado en Selva, que, a la postre, decantó la clasificación en favor de los pitiusos. La conexión Baby-Titi, autora de 60 goles esta campaña, será una de las claves del Formentera de cara al duelo contra el Andratx, que llega crecido a la cita pero, a la vez, tocado.
Los mallorquines tienen la moral por las nubes después de haber doblegado al complicado Serverense. Eso sí, ha tenido que pagar un alto peaje. Y es que Ramón y Matteo fueron expulsados durante el transcurso del partido de vuelta y no podrán ser hoy de la partida.
Con todo, Dani Paliza tiene fondo de armario y sacará un equipo inicial de garantías para un partido por todo lo alto entre el subcampeón mallorquín y el campeón ibicenco.