Un obstáculo. Muy grande. Grandísimo. Pero sólo uno. Eso es lo que ha de superar el Formentera para conseguir el objetivo por el que ha estado luchando a lo largo de toda la temporada: el ascenso a Tercera División. La misión se antoja complicada, pero no imposible. El 2-0 encajado en Andratx en el partido de ida dificulta la empresa, pero los formenterenses no piensan arrojar la toalla así como así.
Los de Miguel Ángel Ruiz se aferran al hecho de jugar en casa y al de haber sido el dominador del partido de ida a pesar del resultado final. Y es que los mallorquines solamente dispararon dos veces a puerta en todo el partido pero se llevaron el gato al agua gracias a su cien por cien de efectividad.
El regreso de Rotoló, ausente el pasado fin de semana en Andratx por motivos laborales, dará algo más de potencial al cuadro de la pitiusa menor. Eso sí, también es cierto que Dani Paniza recupera a dos de sus hombres clave para el duelo de vuelta: los por entonces sancionados Ramón y Matteo.
Se espera un Andratx ultradefensivo, sobre todo a tenor de las declaraciones de su entrenador. Con el apoyo de la afición y un poco de acierto, el mismo que se ausentó en el encuentro del pasado fin de semana, salvar el 2-0 será posible. La conexión ofensiva Baby-Titi, con más de 60 goles entre ambos, debe ser hoy más letal que nunca. Eso sí, necesitará que le lleguen balones. El dúo andaluz será clave para saltar un obstáculo que vale un ascenso.