Tardará en olvidar Juan Marí, Juanito Dalias, el apasionante curso deportivo que se cerró de la manera más cruel este domingo con la eliminación del equipo de la fase de ascenso a Segunda División B. El máximo representante de la Peña Deportiva reflexiona en esta entrevista sobre la espectacular imagen que ha proyectado la plantilla comandada por Mario Ormaechea; garantiza que el club saldará en los próximos días su deuda con el primer equipo, y confirma su intención de seguir al frente de la entidad de cara a la próxima legislatura.
—¿Qué sensaciones le quedan un día después de la cruel eliminación?
—Ahora tenemos una sensación como de paz y un momento de reflexión. Pienso que ha sido un play off cargado de muy mala suerte, como de que no nos tocaba subir. Ahora hay que reflexionar y tener tranquilidad porque hemos tenido mucha presión. Hay que pasar página y respirar porque, para bien o para mal, la temporada se ha terminado.
—¿Ha sido el fútbol injusto con la Peña?
—Yo creo que sí. El fútbol unas veces te da y otras te quita; y creo que esta vez nos ha quitado, pero hay que asumirlo. No queda otra.
—¿Puede hablarse solo de mala suerte habiendo encajado seis goles en los dos partidos de casa?
—Viendo las circunstancias como hemos llegado a esos partidos sí es mala suerte. Luego todo tiene su explicación. Ayer –por el domingo– los goles fueron errores, pero así es el fútbol. No es normal encajar dos goles casi de rebote en el último momento [en Lorca y el domingo en Santa Eulària].
—¿Cómo explica la cantidad de lesiones que han afectado este curso a la plantilla, sobre todo en el ‘play off'?
—Ha habido una serie de lesionados contra pronóstico. Nadie contaba con las lesiones de larga duración de Berto o Ausin. Ni teníamos previsto que Ramiro y Maline se lesionaran de manera fortuita el talón. Tampoco que los problemas musculares de Fofi y De Pablos se alargaran tanto. No lo esperábamos, ha sido un cúmulo de circunstancias que nos dan que pensar. Pero hemos luchado contra ello y los jugadores han rayado a una altura increíble. Dentro de lo peor hay que quedarse con lo bueno. Que los jugadores han mantenido su compromiso y que hay opciones de que la Isla tenga un equipo en Segunda B.
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