Hablar de Clayton de Lima Silva (Recife, Brasil, 29 de junio de 1977) es hacerlo, posiblemente, del jugador más emblemático de la historia del fútbol sala pitiuso. El brasileño llegó a Eivissa en 2003 para fichar por el Gasifred Atlético y desde entonces se instaló en la Isla, acumulando diez años en el equipo azulino. Sin embargo, su etapa como jugador podría cerrarse en breve después de que sufriera un infarto en el mes de mayo y esté pendiente de diversas pruebas para elegir entre su continuidad en las pistas o la retirada.
Clay tendrá que someterse a un test el próximo día 20 de agosto. «Yo quiero seguir jugando, pero si no puedo, no puedo», afirmó ayer el pívot, autor de más de 200 goles en las filas ibicencas. «Parece que la retirada está más cerca, porque solamente jugaré si me confirman que estoy bien al cien por cien. Quiero disfrutar de mi familia, de mi mujer e hijas, así que no jugaré si no puedo», explicó el suramericano.