El veterano triatleta afincado en Eivissa Juan Carlos Campillo (Molpesa Univest) cumplió con el guión y se impuso sin grandes dificultades en la primera edición del Triatló Cross Pou des Lleó. Campillo, sin rivales como Josep Torres o Daniel González, puso un ritmo vertiginoso desde su salida del agua para adjudicarse la competición con un tiempo de 1 hora, 14 minutos y 26 segundos. La segunda plaza del podio absoluto fue para el manacorí Manuel Emilio Díaz (Club Triman), con 1:18.52, y José Luis Roselló (Máster Team) ocupó la tercera al registrar en la línea de meta 1:19.17.
El evento, organizado por el Triatló Santa Eulària y en el que tomaron parte 95 participantes, estuvo marcado por dos circunstancias que acabaron irritando a muchos de ellos, nunca mejor dicho.
Por un lado, las medusas alteraron el segmento de natación, que hubo que reducir de 750 a 500 metros. Además, estos molestos animales marinos acribillaron a la mayoría de triatletas, incluso provocaron más de un abandono. El más aparatoso y por el que hubo que llamar al 061 lo sufrió Víctor García. Las picaduras en el pecho le provocaron un fallo respiratorio y tuvo que ser atendido y reanimado por las asistencias. Por fortuna solo quedó en un susto.
Por otro, la complejidad del trazado y su desconocimiento por parte de muchos corredores devino en un verdadero caos. Según testimonios recogidos en línea de meta, faltaban señalizaciones en confluencias o cruces de caminos. Algún participante equivocó el trazado y perdió tiempo de cara a su clasificación. Incluso desde la organización lamentaron tras la prueba la falta de medios humanos para atender el ‘laberinto' de senderos y bifurcaciones que salpican el recorrido.
Totalmente de acuerdo con Juanjo y con Jesús. Creo que Rubén J. Palomo no estaba presente o no recabó toda la información necesaria para un titular, éste si, caótico. Un circuíto precioso, duro y variado que hizo las delicias de los que allí competimos. Es imposible cubrir todos los recovecos de un circuíto de 10 kilómetros por una maraña de caminos y senderos. Pero la organización estaba en los lugares complicados y conflictivos. Es obligación nuestra, de los deportistas, conocer el recorrido previamente. La mayoría, entre los que me incluyo, probamos dos y tres veces el recorrido antes de la prueba y, salvo despiste propio, lo seguimos bien. La carrera a pié dura, pero en un entorno envidiable y bien señalizada y dirigida a pesar de modificaciones de última hora obligadas por la confluencia de circuítos entre ciclismo y carrera. Lo de las medusas no era evitable si nos fijamos en lo que tenemos este año. La asistencia que refieren no fue realizada por el 061 sino por el servicio médico contratado por la organización. El resultado en general agradó a la mayoría de los que participamos, aunque nunca llueve a gusto de todos, por supuesto, pero ésto no debe dar lugar a informaciones sesgadas. Gracias a los organizadores y ánimo para el año que viene para seguir luchando por mantener éstas pruebas y para pulir detalles a mejorar, por supuesto.