El asturiano Luis Rueda, uno de los técnicos más apreciados en la última década de la Peña Deportiva, repetía en sus intervenciones públicas que el fútbol es una rueda que nunca para de girar. De la más estridente celebración al caos absoluto hay una delgada línea que la mayoría de equipos ha rebasado a lo largo de su historia. Y así seguirá sucediendo, pues el fútbol no es una ciencia exacta. Nadie, ni siquiera el venerado FC Barcelona, puede perpetuar sus éxitos.
Tampoco en la Tercera balear podía imperar por siempre la ley del Mallorca B. Cuando en los albores del campeonato el filial bermellón logró de forma consecutiva encadenar 11 triunfos, muchas voces apuntaban a que el equipo mallorquinista arrasaría en la competición autonómica, que podría incluso ser capaz de acabar invicto y que sería el campeón más prematuro de la historia reciente de la categoría. La rueda del fútbol ha girado y, a falta de 10 jornadas, un partido, el que enfrenta esta tarde a la Peña Deportiva y al Mallorca B, podría cambiar el destino de la competición (Municipal de Santa Eulària, 16,30 horas).
[Más información en Kiosko y Más y en la edición impresa]