Apenas quedaba un minuto del tiempo añadido para el final del partido. El San Rafael se había partido la cara por defender un 2-1 con dos hombres menos durante más de media hora. Había hecho méritos para conquistar los tres puntos. Entonces, un remate de cabeza de Toni Oliver que se coló entre tres defensores, a la salida de un córner echó por la borda todo el sacrificio de los ‘rafelers', que ayer no disfrutaron del fútbol lo más mínimo ante el Binissalem. Una enjuiciable labor arbitral sacó de quicio a los ‘blue' y a su afición, que no encontraban argumentos para justificar por qué Vicent y Carvajal habían visto la tarjeta rota en el primer cuarto de hora del segundo tiempo. El club incluso habla ya públicamente de persecución.
El inicio del partido no pudo ser más esperanzador. En apenas tres minutos, los locales ya ganaban por dos goles. Aparicio repitió el zambombazo del jueves en Formentera para abrir la lata desde 40 metros. Impresionante. Acto seguido, Pons disparó al palo. Del posible empate se pasó al 2-0 un minuto después. El portero visitante no supo despejar un remate de Carvajal y el rechazo lo aprovechó Vicent para poner tierra de por medio. Increíble, pero cierto. El San Rafi había sido capaz de marcar más goles que los siete últimos rivales juntos del Binissalem, que el jueves vio truncada su racha de seis encuentros seguidos sin recoger el balón de sus mallas.
En el minuto 21, una mala acción defensiva del San Rafael propició el tanto de Toni López, que se anticipó a Guti para recortar distancias. El suspense regresó al encuentro, si bien pudo haber volado de no ser por el larguero, que impidió el tercer tanto ‘blue' en un disparo de Fisher al borde de la media hora de juego. También Guti acarició el 3-1 en un cabezazo que sacó un defensa debajo de la portería. El San Rafi había hecho méritos para irse al descanso con una renta más amplia, pero se tuvo que conformar con tomar rumbo a vestuarios con el 2-1 en el electrónico.