Víctor Lozano tiene la conciencia tranquila. El concejal de Deportes del Ayuntamiento de Sant Josep niega que exista esa discriminación que la Unió Verdinegre denunció en la edición de ayer de PERIODICO de IBIZA Y FORMENTERA. El regidor asegura que «el problema es que hace falta otro campo de fútbol» en Sant Jordi y que las limitaciones espacio-temporales afectan a todos los clubes, no sólo a éste. Además, quiso hacer público a través de este rotativo que «se ha modificado toda la legislación de subvenciones para que ellos puedan conseguir la mínima».
—La Unió Verdinegre está muy disgustada con el trato recibido. ¿La están discriminando?
—No. Lo que pasa es que el campo es el que hay y los espacios son los que son. Es normal que ellos estén mosqueados, pero también lo está la Penya Esportiva Sant Jordi. Todos lo están, porque hace falta otro campo. Ellos piensan que están discriminados y el Sant Jordi, también. Nosotros estamos para repartir lo que hay lo mejor que podamos. Es verdad que hemos mandado dos de sus equipos a Can Burgos, pero también al Sant Jordi.
—Pero advierten que la proporción espacio-temporal, porcentualmente, es diferente.
—Puede ser que el Sant Jordi tenga hora y media, pero a lo mejor dos o tres equipos en el campo. Lo hacen como mejor pueden. Si la Unió se queja de tener que meter otros equipos a la misma hora, que sepan que eso también lo hace la Penya Esportiva. Es muy complicado. No podemos hacer nada porque los clubes no paran de crecer. La Unió empezó con un equipo y ya tiene cinco. El Sant Jordi, igual. Lo hacemos lo mejor que podamos pero no dejamos contentos a nadie.
—Dicen que su equipo juvenil no ha tenido permiso para entrenarse durante los campus veraniegos, algo que sí se le ha tolerado al Sant Jordi. ¿Por qué?
—El juvenil A del Sant Jordi, que juega en Liga Nacional, empieza antes la competición y por eso les hemos dejado. Lo normal es que entrenen antes, ¿no? Y lo han hecho en el horario de su campus de verano, permiso que también se le dio a la Unió. El problema es que las palabras se las lleva el viento. Su presidente me llamó y le dije que podían darle medio campo al juvenil si quería. Él luego podrá decir otra cosa, pero nosotros no se lo hemos denegado. Si tú tienes un horario de campus de verano, mete juveniles, infantiles, alevines o lo que quieras. ¿Qué problema hay por entrenar con niños más grandes o más pequeños? Mételos ahí y ya está. Se lo dije así. Al ayuntamiento qué más le da. Lo que no puedes es tener más horas de las que se te han dado ni tratar de crear una guerra.
—¿Qué guerra?
—Nosotros no hemos amenazado a nadie, sino que hemos advertido de lo que puede pasar si no se cumplen los horarios. Antes de enviar nosotros ese correo electrónico, ellos nos mandaron otro diciendo que tal día a las 19,00 horas se iba a presentar todo en el campo todo el club, a la misma hora que la instalación era para el Sant Jordi. Convocaron a todo el mundo para armar jaleo. Imagínate el espectáculo que se podía haber formado con los críos en la puerta queriendo entrenar en el mismo sitio que hay otros. Nos vimos obligados a mandar un e-mail, que también se lo mandamos al otro club, para que se respetara el horario. No podemos permitir que nadie venga a hacer una guerra. Incluso nos dijeron que podíamos mandar a la Policía. Nuestro correo electrónico no fue amenazante y fue posterior a su comunicado. convocar a todos para armar follón no lo permitiré nunca y menos si lo anuncian.
—¿A qué se debe el repentino cambio del 18 de agosto al 1 de septiembre como fecha de inicio para el disfrute de Can Guerxo?
—Fue un error que hubo. Los de fútbol-7 realmente no empiezan a entrenar hasta septiembre. De todas formas, al final de ese comunicado hay una coletilla que indica que el que necesite en este tiempo que entrene algún equipo, que nos lo comunique y lo hablamos.
—Lamentan también que no pueden formar parte de la escuela municipal.
—Las escuelas municipales se hacen de un deporte y lo que buscamos es activar a los niños desde pequeño para que practiquen deporte. Cada deporte lo lleva un solo club. Lo que el ayuntamiento no puede hacer es tener dos escuelas municipales de un mismo deporte. Los niños, después de la escuela, eligen a qué club ir o si quieren cambiar de deporte. Hasta ahora, en fútbol, hemos trabajado con la Penya Esportiva Sant Jordi y no hubo ningún problema. Si me dan razones para confiar, ¿por qué tengo que cambiar? Si algo va bien, no lo toco. ¿Qué hago? ¿Se la quito al Sant Jordi o al San Agustín y les doy su deporte a otro? No veo por qué.
—¿Es cierto que no tienen autorización para poner publicidad en el campo de fútbol?
—No. Les dijimos que cuando jugaran, que la pusieran. Es lo mismo que se hace en los pabellones. Cuando un club va a jugar a baloncesto, pone la suya y luego la quita. Hacemos todo por ayudarles. Lo que pasa es que cuando haces algo para un lado, otros te preguntan por qué.
—El hecho de que Rafael Tur, expresidente de la Penya Esportiva Sant Jordi, trabaje en el Ayuntamiento de Sant Josep condiciona las ayudas?
—Rafa es concejal de Obras y no se mete en lo mío igual que yo no me meto en lo suyo. Rafa era presidente ahí, pero todos sabemos que el que siempre ha mandado era el actual presidente, Kiko Serra. Esto es una película que se monta la gente en la cabeza.
—¿Cree que se puede tratar mejor a la Unió?
—Tratamos a todos por igual. Hemos hablado con ellos veinte veces y cada vez que me llaman es para decir que van a publicar todo. Pues ya está. Quiero recordar que para las subvenciones del año pasado no daban la talla y este año hemos modificado toda la legislación de esta materia para que pueda conseguir, al menos, la mínima posible. Incluso les dijimos que para este año les ayudaríamos de alguna manera por lo que no pudieron tener el anterior.