El circuito de sa Coma podría ser una realidad en 2018, según apuntaron los representantes del Consell d'Eivissa que se reunieron ayer con el sector del motocross. Así, tras un año de incertidumbre con el actual equipo de gobierno y otros muchos en anteriores legislaturas, la familia del motocross respiró ayer un tanto aliviada al conocer dicha noticia.
El delegado insular de esta disciplina, Elías Escandell, confesó que los pilotos acudían a la cita «muy desanimados, pero nos vamos contentos». Señaló que «en unos tres meses nos han dicho que se podrá convocar el concurso que dará lugar a la redacción del proyecto del circuito; parece que algo se mueve», añadió. Además, la Federación Balear asesorará al Consell para desarrollar un circuito «de categoría nacional».
Por parte de la máxima administración insular, el conseller de Esports, David Ribas, explicó que el encuentro fue «cordial» y agregó que «se ha informado en qué momento nos encontramos y las actuaciones que se están efectuando». Ribas no quiso confirmar los plazos que citó Escandell, aunque se mostró «optimista, a pesar de que hay trámites que dependen de otras administraciones y no todo está en nuestra mano».
Por otra parte, el encuentro sirvió para abordar otras muchas cuestiones que preocupan en el entorno de los pilotos, como son los nuevos horarios –ahora de 07.00 a 11.00 horas– que ha establecido el Consell para los entrenamientos durante el verano. Éstos vienen determinados por las circunstancias de seguridad ante el peligro de incendio, aunque los representantes políticos se comprometieron a «flexibilizarlos».
Al parecer, se ampliará el horario en una de las sesiones de fin de semana para que los pilotos de Formentera, afectados por los horarios del transporte marítimo, puedan ejercitarse sin problemas. No obstante, Ribas matizó que se trata de algo «complicado» y que habrá que revisar cuestiones «ambientales y jurídicas».
Asimismo, el Consell empezará a intervenir en el mantenimiento del circuito provisional, con podas, desbroces y otras tareas que hasta ahora efectuaban en solitairo los pilotos.
Al término del encuentro, Escandell ahondó en que «antes de subir [a la quinta planta del Consell] dudábamos de si realmente había una voluntad política, pero hemos visto que se está trabajando». También destacó que «han visto que somos un colectivo importante, serio y unido, que necesitaba respuestas concretas». No en vano, las Pitiüses aglutinan unas 300 licencias, aproximadamente un tercio del total que existe en las Baleares. Además, la escuela de motocross dispone de 80 alumnos, cifra inédita en todo el territorio nacional.