Javier Fernández Costa (Eivissa, 20-02-1995) sueña con un futuro en el mundo del tenis y, por eso, no dudó en hacer las maletas y marcharse a Estados Unidos, desde donde atendió ayer a PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA. El ibicenco, que se entrena cuatro horas diarias, compagina allí sus estudios universitarios con una beca deportiva, lo que le permite mantener vivo el sueño de este jugador. Fernández, admirador de David Ferrer y Rafa Nadal, fue subcampeón de España en dobles en 2011 y logró su primer punto ATP con 17 años, lo que le permitió entrar en la lista del ranking mundial.
—¿Por qué decidió marcharse tan lejos?
—Me di cuenta que en España, no sé si por suerte o mala suerte, no te dan la oportunidad de poder estudiar una carrera universitaria y dedicarte al deporte profesional al cien por cien. Es imposible compaginar las dos cosas a la vez. En cambio, Estados Unidos sí te permite estar estudiando y, a la vez, compitiendo, algo que respetan mucho y valoran. Éste es mi segundo semestre aquí, donde llegué a principios de enero, y estoy listo para preparar la nueva temporada con muchas ganas.
—¿Su intención es permanecer allí o tiene el pensamiento de volver?
—Aún no lo tengo demasiado claro. Primero, quiero acabar mis estudios y, luego, ver qué se puede hacer. Como están las cosas ahora mismo es difícil. La verdad es que este país te da unas oportunidades que en otros no tienes y eso se valora muchísimo.
—¿Qué competiciones lleva adelante allí?
—Estoy jugando la liga NCAA en División 1 gracias a una beca en la universidad Florida Gulf Coast University. La temporada es de enero a mayo. Jugamos contra universidades de todo el país y, al final, se hace el campeonato nacional.
—¿Con qué competición podríamos compararla para hacernos una idea del nivel que hay?
—Es difícil poder comparar el nivel. Mucha gente que está entre los puestos 600 u 800 del mundo juega por una universidad, ya que obtiene una buena beca y quieren seguir estudiando. Realmente el nivel de aquí se podría comparar con los de Futures ATP.
—¿Cuáles son sus metas?
—Voy poco a poco. No me marco metas a larga distancia. Quiero ir paso a paso, disfrutar de esta oportunidad y acabar mis estudios universitarios.
—¿Tiene intención de dedicarse profesionalmente a esto?
—Dedicarme profesionalmente ya me estoy dedicando. Forma parte de mi vida y es como un trabajo para mí. Entreno cada día y lo doy todo para ser mejor jugador. Vivir del tenis es muy difícil. Tienes que estar mentalizado y sólo los primeros 150 jugadores del ranking ATP consiguen ganancias.
—Se fue muy joven de Eivissa. ¿Cómo es su relación con la isla ahora mismo?
—Mi relación con Eivissa es muy buena. Tengo a mis amigos y conocidos allí. También estoy muy vinculado al Club de Tenis Santa Eulària y con mi entrenador Guillermo Vallmitjana, que desde aquí quiero agradecer todo lo que me ayuda y hace por mí, sin olvidarme de mi familia. Mi padre, mi madre y mi hermana me están apoyando siempre. Sin ellos, nada de esto sería posible. Me siento realmente a gusto y contento cuando estoy en casa. Me fui de Eivissa a los 14 años. Fui a entrenar y a vivir a Mallorca gracias a una subvención que recibí de parte de la Escuela Balear del Deporte. Allí me formé y maduré como jugador y persona. Estuve allí seis años.
—¿Cómo ve el nivel del tenis ibicenco?
—Ha mejorado en los últimos años, pero ha llegado un punto en el que no se puede mejorar más. Los deportes individuales sin ayudas son muy difíciles. Necesitas salir de la isla para mejorar, ya que siempre juegas contra los mismos. Jugar muchos torneos es importante. En ciudades como Mallorca hay mucha gente jugando y muchos torneos, y eso hace que juegues con gente diferente y mejores más rápido. Es muy difícil conseguir jugadores top entrenados en Eivissa con estos métodos. Para jugar a gran nivel necesitas irte a otra parte, donde puedas seguir mejorando y te den lo que necesitas.