Anass Bouras e Indre Barkute se proclamaron este fin de semana auténticos vencedores de la XXXVI Pujada a la Catedral, la carrera popular que brilla por su colorido ambiente de diversión y por el gran número de participantes que congrega en cada edición con el propósito de despedir el año por todo lo alto. En esta 36 edición se apuntaron un total de 842 atletas, una cifra récord que supera incluso a las anteriores.
Anass Bouras, atleta del Club Atletisme Pitiús, consiguió hacerse por primera vez con el trono de la Catedral de Dalt Vila. El joven marroquí cruzó la línea de meta con un registro de 7'19''. Eso sí, antes tuvo que emplearse a fondo ya que detrás tuvo a flechas que no se lo pusieron para nada fácil hasta los últimos 100 metros donde el campeón se decidió en el esprint final. Con el pistoletazo de salida en el Passeig Joan Carles I, todos los corredores apretaron el acelerador para recorrer a toda velocidad los más de 2 kilómetros de distancia.
La rivalidad estuvo más que servida desde el principio. Al paso de la avenida Santa Eulària, la igualdad fue el protagonista entre prácticamente el centenar de corredores que se echaron a las calles de Vila para disfrutar del deporte al aire libre antes de celebrar la entrada al 2017. Acto seguido, y antes de atravesar el tramo del portal de ses Taules, Bouras, Salvador Crespo y José Carlos Añibarro, los tres compañeros del Pitiús, pusieron una marcha más a su todoterreno para afrontar los exigentes y elevados caminos pedregosos de Dalt Vila. Así lo hicieron hasta la calle Major, donde el atleta de origen marroquí, Bouras, fue el más listo de la clase al aprovechar las fuerzas guardadas para los últimos metros.
A falta de 100 metros para llegar hasta la plaza de la Catedral, Bouras dio todo de sí en el esprint final y se coronó por primera vez en los 36 años de historia que tien esta competición deportiva. Pisándole los talones llegó Crespo, en segunda posición con un crono de 7'21'', y Añibarro, en tercer lugar con un registro final de 7'36''.
Un minuto después del primer clasificado, y ganador absoluto de la Pujada a la Catedral, la atleta lituana Indre Barkute completó la carrera en primer lugar con un tiempo de 9'14''. Como ocurrió con los hombres, Barkute no lo tuvo nada fácil para hacerse con el triunfo en la última carrera del año 2016.
Barkute partió con buen ritmo tras el pistoletazo inicial de la prueba. La atleta del Bfit Ibiza Triathlón fue consciente de que debía aprovechar los primeros metros para distanciarse de sus claras perseguidoras ya que las subidas no son su punto fuerte. Tan solo le bastó un kilómetro para cumplirlo y distanciarse un par de metros de su sombra, Noelia Pérez, y Yolanda Jiménez, ambas del Club Atletisme Pitiús.
Al paso del tramo del Portal de ses Taules, la lituana encaró en solitario los caminos elevados y pedregosos de Dalt Vila. El sobreesfuerzo que tuvo que hacer Barkute en los niveles positivos no le perjudicaron. Es más, la lituana cabalgó a base de garra para proclamarse ganadora por segunda ocasión de la Pujada a la Catedral. Tras ella entraron Noelia Pérez, en segunda posición con un crono de 9'19'', y Yolanda Jiménez, que consiguió subirse al tercer cajón con una marca final de 9'42''.
La nota más destacable de la carrera popular fue sin duda el magnífico ambiente de los asistentes y el público que aplaudió la llegada de los más de 800 atletas. La mayoría dejó en segundo plano la competitividad y cabalgaron las calles de Vila con sus disfraces. Unos de Papá Noel, de Reyes Magos y los más atrevidos se transformaron en Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos.