Asegura que se siente tremendamente dolorida en lo más profundo de su ser, tanto física como moralmente. Apenas había comenzado a dejar entrever sus enormes condiciones y cualidades como jugadora de balonmano defendiendo la camiseta del Puchi, cuando Cristina Morell se ha visto obligada a decirle adiós a la temporada a causa de una más que inoportuna lesión de rodilla que le hace sentirse muy preocupada.
«Las sensaciones que tengo a día de hoy son bastante negativas porque nunca me había hecho daño antes en una rodilla. Todas las lesiones que había sufrido hasta ahora habían sido en el hombro. Me estoy haciendo a la idea porque todavía no sé bien cómo va evolucionar esta lesión en la pierna», indicó la jugadora del Puchi.
Cristina Morell, muy a su pesar, ha visto truncada así su participación esta campaña en las pistas con el equipo de Santa Eulária después de haber podido disputar tan sólo tres partidos junto a sus nuevas compañeras a las órdenes de Noel Cardona.
«Me da mucha rabia haberme lesionado al poco tiempo de haber llegado aquí y me fastidia mucho no poder seguir ayudando a mis compañeras sobre la pista a pelear por esta liga. Me encontraba súper a gusto desde que llegué a esta plantilla y tenía muchas ganas de aportarle cosas al equipo y de competir al máximo nivel. Las compañeras son todas geniales, me han dado mucho cariño y se merecen estar lo más arriba posible porque lo están haciendo muy bien», afirmó Cristina Morell.
Tras lesionarse de gravedad el pasado sábado a falta de diez minutos para que acabara el partido contra el líder, el Castellón, la lateral zurda del Puchi ya ha pasado por las manos del traumatólogo, aunque aún está a la espera de poder hacerse la resonancia magnética que permitirá conocer con detalle el alcance de su lesión, aunque las primeras impresiones de los especialistas apuntan a un rotura del ligamento cruzado.
Al preguntarle sobre la acción en la que se produjo la lesión, Cristina Morell aseguró que «no me acuerdo muy bien de lo que pasó, la verdad es que no sé si se me quedó la pierna clavada en la pista o si fue porque choqué con la pivote del otro equipo. Lo único que recuerdo de esos momentos es que sentía un dolor insoportable y nada más».
Sobre el proceso de recuperación que tiene por delante antes de volver a pisar otra vez una cancha de balonmano, la jugadora del Puchi manifestó que «por ahora lo que me toca es esperar hasta poder conocer los resultados que ofrece la resonancia. Una vez que sepamos la gravedad de la lesión tomaremos una determinación al respecto. De momento debo tomármelo todo con mucha paciencia».