Jordi Cardona (Ibiza, 23-04-1984) se ha alzado hace una semana en Cofrentes (Valencia) como flamante tercer clasificado en la categoría máster (30-35 años) en el Campeonato de España de BTT, en la modalidad XCO, una de las especialidades más explosivas y técnicas del actual circuito deportivo. Desde hace tres meses está entrenando a las órdenes del técnico Carles Tur, que ha conseguido llevarle hasta un gran estado de forma y con el que aspira a seguir mejorando en los próximos meses con el objetivo de intentar el próximo año un nuevo asalto al peldaño más alto del podio nacional de su categoría.
—Enhorabuena, Jordi, por su éxito en el nacional de la pasada semana. ¿Qué puede contarme de su experiencia en la prueba?
—La experiencia se resume en que fue, al final, una grata sorpresa para mí, ya que no me esperaba alcanzar el podio. Sabía que tenía algunas posibilidades, pero lo cierto es que en un Campeonato de España todo el mundo está preparado al cien por cien y todos quieren ganar. En mi categoría corríamos ochenta participantes, con lo cual puedes hacerte una idea del nivel de los competidores en la prueba.
—Comenta que se veía con algunas posibilidades.
—Bueno, no me creerás si te digo que el día antes de la carrera le comenté a mi pareja que tenía un presentimiento bastante fuerte. Ella me dijo que no le hablara de eso y que no fuera gafe, porque esas cosas traen mala suerte antes de una competición. Sea como sea al final las cosas me salieron bien.
—¿Cómo te sentiste durante el recorrido de la carrera?
—La verdad es que me sentí muy bien en todo momento. El trazado se componía de un recorrido de unos cinco kilómetros al que debíamos darle cinco vueltas en total. Era un circuito muy técnico, muy exigente y muy explosivo, que a mí, personalmente, me fue de maravilla. Desde la salida me fue todo perfecto porque fue una carrera en la que fui de menos a más. En las dos primeras vueltas me contuve y corrí muy tranquilo porque hacía mucha calor y sabía que antes o después muchos corredores iban a bajar su ritmo en los últimos kilómetros.
—Fue, entonces, una carrera de esas en la que se acaba imponiendo la táctica.
—Sí, así es. Al principio salimos todos desde donde nos colocaron en la parrilla en un grupo cerrado. Poco a poco hubo corredores que se fueron abriendo paso y marcando algunas distancias con el resto de competidores. Con Carles Tur, mi entrenador, ya habíamos preparado un poco la táctica que debía seguir. Me había dicho que tenía que salir muy fuerte para que no se me escaparan muchos por delante y luego tratar de regular un poco el esfuerzo para encarar el final en las mejores condiciones que pudiera y darlo todo hasta llegar a la meta. Y así fue.
—¿Fue muy diferente o algo especial tu preparación para esta carrera?
—Sí que he estado realizando una preparación algo más específica para esta carrera. Llevo entrenando para esta cita en concreto como unos dos meses y medio o tres. Hemos empezado a hacer entrenamientos bastante exigentes y de mucho nivel hasta llegar a esta cita nacional.
—¿Cuáles fueron tus sensaciones al cruzar la meta y saber que habías logrado ser medalla de bronce?
—Fue bastante gracioso el asunto, ya que la cruzar la meta no sabía cómo había quedado. Me acerqué a preguntarles a los jueces y a los árbitros, y uno de ellos me dijo en broma que había sido quinto. Fue una anécdota muy graciosa, aunque en ese momento me quedé con una cara de absolutamente hecho polvo. Cuando me dijo que había entrado tercero se me saltaban las lágrimas de la alegría que sentí.
—¿Cuál va a ser ahora tu siguiente objetivo?
—Me falta aún terminar el campeonato de Ibiza, al que le quedan dos carreras, pero correré ya para disfrutarlas simplemente y nada más. Lo siguiente será ya de cara al año que viene. Quiero ser un poco más ambicioso y prepararme mucho mejor para subir mi rendimiento, mejorar algunas cosas y tratar de aspirar a subir a lo más alto del podio en el próximo Campeonato de España.